Con Corrado Bolsi como líder, sí, pero sin nadie que destacase por encima de los otros, bien conjuntados y en general a un mismo alto nivel, el trío Musicaperta, que también actuó en formato quinteto, conmovió al público del Claustre del Seminari de Ciutadella con sus cuerdas, tocándolas de manera que, por su gestualidad y expresividad, en algunos momentos incluso parecía que bailaban con ellas sobre el escenario.
Y eso pasó con Schubert, con Sibelius, con Klein y con Mozart, con todos los compositores, de hecho, que pasaron por sus instrumentos en el que fue tercer concierto del 43º Festival de Música d’Estiu que organiza Joventuts Musicals de Ciutadella, este lunes 27 de julio por la noche.
Uno de los puntos culminantes del concierto llegó con la pieza final, cuando al violinista Corrado Bolsi, a la violista Gisella Curtolo y al violonchelista Ángel Luis Quintana, imponentes toda la noche, se les unieron los menorquines Esther Pons (violín) y Andreu Cardona (viola) para interpretar el ‘Quinteto nº 2 en do menor’ de Mozart, una música inicialmente compuesta para octeto de viento y que él mismo, unos dos años antes de morir, rehízo para quinteto de cuerda, con una formación (por las dos violas) que no es frecuente escuchar.
En este ‘Quinteto’, muy sinfónico y que un momento dado recordaba la música de Beethoven, Musicaperta hizo suyo del todo el ‘juego’ musical que Mozart compuso en muchas ocasiones y lanzaron con toda su fuerza la gran dosis de dramatismo, con pequeñas y grandes explosiones trágicas, que contiene casi toda la pieza, excepto, y de aquí este ‘juego’ mozartiano casi irónico, la parte final, en la que la alegría y el optimismo acaban dominando.
La interpretación de esta última pieza les otorgó muchos aplausos por parte del público que, sin que llegaran a ser apoteósicos, sí que hicieron que Musicaperta, otra vez en formación de cinco y después de tres veces de ir y venir del escenario, volvieran a sentarse para regalar un bis al público, que no fue una repetición de algo ya interpretado sino que llegó con el ‘menuetto’ de otro ‘Quinteto’ de Mozart.
De las otras composiciones interpretadas por Musicaperta, éstas en formato trío, y aunque el ‘Trío en si bemol mayor’ de Schubert y el ‘Trío en sol menor’ de Sibelius, sobre todo éste último, realmente majestuoso, no fueron menos, puede que fuera el ‘String Trio’ de Klein con el que obtuvieron mejor respuesta por parte del público en general, seguramente cautivado y conectado por la explicación previa que la violista Gisella Curtolo ofreció sobre la pieza y su autor, y también por su dificultad de ejecución y los innumerables matices que integra. Y es que Gideon Klein, judío nacido en Chequia en 1919, murió en 1945 en un campo de concentración nazi, justo unos meses después de componer este ‘String Trio’, la última obra de su vida.
Después de Musicaperta, el Festival de Música d’Estiu de Ciutadela ya está en su ecuador y será el próximo lunes 3 de agosto, a les 21.30 horas en el claustre del Seminari, cuando tendrá lugar el cuarto de los seis conciertos de esta edición. Lo ofrecerá el cuarteto de saxofones Fukio Ensemble, en el que se integra el menorquín Xavier Larsson.