La celulitis es un problema muy común en nuestra sociedad, y aunque no tiene graves implicaciones en la salud, es una de las mayores preocupaciones y rompederos de cabeza para las mujeres, tanto a nivel estético como psicológico.
Unas de las más afectadas son las menorquinas, hasta un 87% de las encuestadas de entre 18 y 60 años reconoce que una de sus principales preocupaciones son las protuberancias y la flacidez que se deriva de la celulitis, sobre todo cuando las temperaturas suben, la ropa comienza a sobrar y hay que enseñar piel.
De acuerdo con el dermatólogo Dr. Mauro Baños, alrededor del 93% de las mujeres se verán afectadas por la celulitis en algún momento de sus vidas, y no sólo las que tienen sobrepeso debido a una vida sedentaria y una mala alimentación, todas ellas pueden desarrollar hoyuelos y piel de naranja.
La celulitis no entiende de complexión, peso, edad o morfología. Y esto se entiende mejor cuando se sabe porqué ocurre la celulitis: cuando los depósitos subyacentes de grasa debajo de la piel son empujados hacia arriba a través del tejido conectivo (fibras de colágeno).
Es cierto que el sobrepeso hace que la apariencia de la celulitis sea más notoria; cuanta más grasa haya debajo de la piel, más probabilidades habrá de que ésta empuje hacia arriba el tejido conectivo y se noten los hoyuelos, pero incluso las modelos y deportistas tienen celulitis.
Las hormonas también parecen jugar un papel en la aparición de la celulitis: a medida que las mujeres envejecen, sus cuerpos producen menos estrógeno, una hormona que ayuda a mantener los vasos sanguíneos en óptimo estado. Menos estrógeno puede significar una circulación más pobre, lo que también significa una disminución en la producción de nuevo colágeno y la ruptura del tejido conectivo más viejo.
La celulitis es más frecuente en las mujeres, pero también hay muchos hombres que la padecen, y cada vez más empiezan a preocuparse por ella. Aunque claro está, el porcentaje es mucho menor en los varones.
Un problema así demanda una solución rápida y efectiva que pueda eliminar, o como mínimo reducir la apariencia de la celulitis en la piel; pero en la realidad no es tan fácil deshacerse de esta afección.
Desde la web experta Cuidadoyestilo.com nos recomiendan probar algunos tratamientos que pueden ayudarnos a desterrar los hoyuelos y la piel de naranja, por lo menos durante una temporada. Uno de los más demandados son las cremas anticelulíticas o reafirmantes, que gracias a su formulación, pueden ayudar a reducir los depósitos de grasa, fortalecer el tejido conectivo, minimizando así la apariencia de la celulitis.
Realmente, hay muy pocos estudios que prueben que los cosméticos hagan algo para mejorar la celulitis. Dicho esto, las cremas y los sueros para la celulitis son una excelente manera de complementar cualquier dieta saludable y planning de ejercicios para evitar esta acumulación de grasa, hidratar y reducir la flacidez de la dermis. Aunque los expertos nos avisan: no es una solución permanente. Cualquier beneficio es temporal.
Por otro lado, una dieta saludable rica en frutas, verduras y proteínas magras, junto con ejercicios que fomenten la tonificación muscular, la firmeza de la piel y el aumento de la circulación tendrán un gran impacto en la lucha contra la celulitis, aunque el efecto no es inmediato.
Solo el esfuerzo y la constancia son las claves para acabar con la celulitis. No hay una solución rápida, y mucho menos barata. La liposucción no ayuda, pues trabaja en las capas profundas de grasa reduciendo los volúmenes, no en la superficial; y los tratamientos como la mesoterapia, LPG o cavitación requieren de varias sesiones sin ninguna garantía de éxito.
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