Impecable, brillante y emotiva. Ainhoa Arteta, acompañada al piano por Rubén Fernández, ha conquistado este domingo el Teatre Principal de Maó en el concierto de celebración de su 190 aniversario con una soberbia combinación de canciones de las dos orillas del Atlántico, y un potente dominio de la puesta en escena.

En un teatro lleno hasta la bandera y con nutrida representación institucional, tras el reconocimiento de la efeméride en boca  del alcalde de Maó, Héctor Pons; el conseller de Movilidad y Vivienda del Govern, Marc Pons; la presidenta del Consell, Susana Mora; y el presidente del Parlament, Vicenç Thomas, llegó el turno de la música.

Zumba, tango, canción artística colombiana, ritmos y temas antillanos se sucedieron en una nostálgica primera parte protagonizada por composiciones de Jaime Ovalle, Jaime León, Carlos Guastavino, Ariel Ramírez, Astor Piazzolla y Xavier Motsalvatge.  Fue precisamente “Alfonsina y el mar”, la canción de Ramírez que recrea la trágica historia de la poetisa Alfonsina Stormi, popularizada por Mercedes Sosa, la que más conmovió al público.

Tras el descanso, Arteta quiso rendir homenaje a un compositor al que le une una relación de cariño y profunda admiración profesional, Antón García Abril, de quien interpretó “Canciones de Valldemosa” y “Mariposa del aire”.  La soprano se dirigió al público, visiblemente emocionada, para expresar su felicidad por participar de la celebración y poder ofrecer el estreno absoluto de “Mariposa del aire”, una obra “tremendamente especial”, en palabras de la artista, por haberla compuesto García Abril para que “se la cantase a mi madre”.

Con sus palabras y su interpretación de la pieza, Arteta y el compositor, sentado entre el público, se han llevado una sincera ovación, preludio de lo que estaba por venir. En ese punto, la soprano ha cambiado de registro, consiguiendo absoluta complicidad  con el público con “Vissi d’arte” (Tosca), “I o son l’mile encella” (Adriana Lecovreur) y “Un bel di vedremo” (Madame Butterfly), al que ha rendido definitivamente al interpretar la habanera “L’amour est un oiseau rebelle (Carmen), desde el patio de butacas.

La generosidad aún dio para que Arteta, desafiando su afonía y en constante sintonía con su pianista, interpretase un fragmento de “El Cant dels Ocells”, canción popular catalana tantas veces interpretada por Pau Casals, y la no menos popular “White Christmas”; para que recibiese emocionada el aplauso del público y atendiese con su mejor sonrisa a los asistentes al sencillo brindis que puso punto final a la celebración.