Cultura segura, virtuosa y alegre. Con esta carta de presentación y en un singular espacio escénico- el Parc Rubió i Tudurí de la ciudad de Levante- ha arrancado ‘Música Inter Tempora’, el XLVII Festival de Verano de Joventuts Musicals de Maó. Sobre el escenario, el ‘Quintet Nura’, que hubo de sustituir a una de sus trompetistas, Mariona Taltavull, por Héctor Marqués, dos solistas, Gibet Pons (clarinete) y Marc Bosch (saxofón) y un percusionista, Gerard Olives; en el programa “Sonidos y recuerdos del siglo XX”. Con la partitura lista, el público, que agotó las 250 sillas dispuestas para la ocasión, no tuvo más que disfrutar del paseo por obras de estilo dixieland, estandars del jazz o canciones que integran buena parte de la banda sonora original del siglo pasado, todas apasionadamente interpretadas, acogedoras en su popularidad. Compenetración absoluta en todo momento, con la solvente veteranía de Marqués y Vicent García (trompetas) en generoso diálogo con Rafel Andreu (trompa), Diego Riudavets (trombón) y Marc Pere Pascual (tuba) para transitar entre Beethoven (ese menuetto, evocador para muchos de “érase una vez…”) y Coldplay, con su “Viva la vida”, pasando por el estreno de “Blau Marí”, de Marc Pascual, o “Amazin Grace” de Willian Walker. Puntuada por Olives, la complicidad se extendió en la segunda parte, en la que Gibet Pons y Marc Bosch brillaron como solistas: Pons, preciosista, acercando el jazz que a todos llega- “All of me”, “Autumn Leaves”, “Over the rainbow”-; Bosch, con su adueñarse del escenario y actualizar con soltura nuevos clásicos como “Nothing’s gonna change my love for you” o “My way”. Al finalizar, aplausos prendidos en las agujas de los pinos bajo un cielo tachonado de estrellas; saludos, felicitaciones y el sabor de Pomada Xoriguer, que quiso acompañar la inauguración de un festival, concebido de manera un tanto diferente -con un apuesta más decidida que nunca por los intérpretes locales– pero que apunta a éxito como las anteriores ediciones.
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