Som talaiòtics?, el programa de excursiones en el que se da a conocer los lugares de Menorca que forman parte de la candidatura de la isla a Patrimonio Mundial de la Humanidad, comienza su sexta edición el próximo 7 de marzo en Son Catlar (Ciutadella), un gran poblado talayótico que destaca por conservar buena parte de la muralla defensiva. La arqueóloga Majo León será la encargada de guiar la excursión.
¿Qué nos une y qué nos separa de la cultura talayótica? Los participantes en estas excursiones “podrán conocer en qué consiste y cómo se articulan los componentes o áreas territoriales de la candidatura. La relación de los talayóticos con los astros, la agricultura, la muerte o la arquitectura completarán un viaje fascinante al extraordinario patrimonio que nos legaron”.
Este programa, organizado por el Consell de Menorca y el GOB, pretende que los participantes “no solo conozcan en profundidad los yacimientos, sino también el paisaje en el que se insertan”. Desde la institución insular recuerdan que a finales de enero entregó a la UNESCO el nuevo expediente de la candidatura, con un marcado acento en el análisis de la relación entre el paisaje y los monumentos talayóticos.
Las actividades son gratuitas, algunas de ellas con plazas son limitadas, por lo que hay que apuntarse con antelación en la web del GOB o en el 971 35 07 62.
Además de la visita a Son Catlar se han programado las siguientes:
- Domingo 11 de abril: visita Torrellafuda (Ciutadella) con el arqueólogo Ismael Moll.
- Domingo 9 de mayo: visita a Sant Agustí (Es Migjorn Gran) con el arqueólogo Ismael Moll.
- Sábado 5 de junio: visita nocturna a Trepucó (Maó) con la arqueóloga Elena Sintes.
- Sábado 18 de septiembre: visita nocturna a Torre d’en Galmés (Alaior) con el arqueólogo Borja Corral.
- Domingo 3 de octubre: visita a Son Mercer de Baix (Ferreries) con la arqueóloga Cristina Rita.
- Domingo 7 de noviembre: visita a Torelló, Talatí de Dalt y Cornia Nou (Maó) con el arqueólogo Toni Ferrer.
- Domingo 12 de diciembre: visita So na Caçana (Alaior) con la arqueóloga Cristina Bravo.