“Miguel Ángel Sánchez ‘Miki’ creció con un balón por las calles de Mahón y en las instalaciones deportivas del CD Menorca, el fútbol era su pasión. Pero su vida dio un giro de 360 grados cuando una tensión ocular le reventó la vena del nervio óptico. La ceguera total llegó de golpe después de 16 años viendo con normalidad. Con el fútbol aprendió a encender una luz diferente”, así lo presentaba la publicación DXTadaptado.com, cuando participó en el Mundial de Fútbol para Ciegos. Este lunes, a la 17 h, será recibido por la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, en el Consolat de Mar, después de su participación en los Juegos Paralímpicos Tokio 2021.
Miki no se ha podido llevar la medalla olímpica pero su esfuerzo y tesón son merecedores de esta distinción. Es uno de los jugadores más jóvenes de la selección española de fútbol para ciegos.
Hace varios años que juega y confiesa que los inicios no fueron fáciles. “Me costó trabajo acostumbrarme al balón de cascabeles, al principio estaba desorientado y perdido. Es algo muy distinto a lo que había hecho antes, hay que tener habilidad para llevar controlada la pelota con ambas piernas y buen oído para escuchar las instrucciones del entrenador, del guía y del portero y al mismo tiempo ejecutar la jugada. Cada vez que juego me siento libre, me ha quitado el miedo para moverme por las calles y saber esquivar los obstáculos”.
Esta tarde, junto a Adrián Castaño (piragüismo), Xavi Torres (natación), Joan Reinoso (ciclismo) y Alejandro Sánchez (triatleta), recibirá una insignia y una litografía recuerdo de su trabajo en los Juegos Paralímpicos de Tokio.