Se nota. Ahora llevar manga corta empieza a ser la excepción puesto que las noches son más frías, también hay días grises y, para acabar de rematar el tema, el viento está cambiando de poniente a noroeste, con lo que las temperaturas nos invitan a cambiar de ropa.
El cambio de armario es necesario por razones claras, pero también prácticas. Tener toda nuestra ropa en orden es fundamental para no perder tiempo, ni desesperarnos, a la hora de escoger el vestuario adecuado.
Si dedicamos ahora el tiempo necesario a guardar y apartar de en medio la ropa exclusivamente de verano y a posicionar bien visible y en orden la de invierno, todo va a fluir mejor.
Con un par de horas podemos solucionar muchos quebraderos de cabeza con el tema del vestuario.
El primer consejo es reservarte ese tiempo para ordenar y clasificar la ropa. El objetivo es hacerlo todo del tirón y, así, dejarlo solucionado para los próximos meses. A continuación vacía el armario o armarios (si también lo hacen tus hijos contigo). Hay que vaciarlos por completo.
Acto seguido hay que limpiarlos. Esta limpieza es doble; eliminar el polvo, los ácaros, la suciedad y los malos olores. Y luego también hay que hacer una criba de qué prendas tienes, en qué estado se encuentran las prendas y cuál es su cantidad. En el caso de los niños aquí hay más trabajo puesto que como crecen sin parar, la renovación de vestuario es continua. ¿Para qué acumular prendas que ya no se pondrán?
Ahora vamos a poner orden en todo lo que has sacado. Podrías hacer tres montones; la que ya no vale, la que vas a guardar porque no te vas a poner y finalmente el montón de la que aún sí vas a sacar provecho.
El montón de la ropa que ya no sirve la puedes meter en una bolsa para llevarla al contenedor rojo de Cáritas.
Ahora guarda la ropa que ya no utilizarás en los próximos meses; bañadores, pantalones cortos o camisas de manga corta, por ejemplo.
Las bolsas de vacío son ideales para guardar la ropa de otras estaciones.
Hay cierto tipo de prendas que son un básico de armario y deben quedarse todo el año: camisetas de tirantes, camisetas de manga corta, ropa de deporte, ropa interior, accesorios,
En el armario solo deben quedarse las prendas que vayas a utilizar durante las próximas semanas o meses.
Ahora hay que volver a colocar las prendas que sí se van a quedar y aquellas que tenías guardadas de la temporada pasada.
Hay que colgar en perchas camisas, blusas, vestidos, chaquetas y cualquier pieza que se arrugue con facilidad.
El resto de prendas como camisetas, pantalones, faldas y demás puedes doblarlas en vertical y guardarlas en los cajones que tenga tu armario. Destina un solo cajón para la ropa de deporte. Esto te ahorrará muchísimo tiempo.
