Madrid, 7 dic (EFE).- El precio de la vivienda nueva y usada aumentó un 4,2 % el pasado noviembre en comparación interanual, ligeramente por debajo del incremento registrado el mes anterior, y lo hizo en toda España a excepción de las islas Baleares y Canarias, donde se registró un retroceso “puntual” del 0,2 %.
Asimismo, la vivienda se encareció un 0,6 % en comparación con el mes de octubre, según los datos contenidos el informe mensual publicado este jueves por la tasadora Tinsa, que añade que el precio de la vivienda continúa de este modo “su tendencia hacia la estabilización ante una demanda solvente que se reduce gradualmente”.
Las compraventas se mantienen en niveles “saludables”, entre otras razones porque la vivienda sigue canalizando ahorros, aunque estos expertos sostienen que la moderación de la demanda se produce principalmente por “la reducción de crédito hipotecario concedido ante la subida de tipos de interés”.
El precio de la vivienda creció entre un 0,5 % y un 0,8 % en comparación con el mes anterior en todos los grupos analizados a excepción del territorio insular, que registró el citado recorte del 0,2 %, que Tinsa califica de “leve y puntual”.
Pese a ello, las islas han registrado el mayor encarecimiento interanual de toda España, del 7,5 %, seguida por las áreas metropolitanas y la costa mediterránea, con sendos incrementos del (4,7 %).
Según el informe, esto ha sido posible porque el empleo sigue sostenido y la inflación se sigue moderando, con lo que “el poder adquisitivo de los hogares se va restableciendo y la solvencia se mantiene”.
El precio medio de la vivienda nueva y usada en España se ha revalorizado un 39 % desde el mínimo registrado en agosto de 2015, tras la crisis financiera, una evolución que sitúa el valor en niveles de marzo de 2011, un 18,3 % por debajo de los máximos alcanzados en diciembre de 2007.
Las capitales y grandes ciudades son, junto a las áreas metropolitanas, el grupo donde más intensa ha sido la subida de los precios desde su mínimo, un 47,1 % y un 42 %, respectivamente.
Estos incrementos casi duplican al 23,1 % registrado en las localidades de menor tamaño del interior peninsular, encuadrados en la categoría de “resto de municipios”.
Por su parte, en la costa mediterránea los precios cayeron de media un 28,4 % respecto al pico del “boom” inmobiliario, seguido de cerca por “resto de municipios” (-27,8 %).
En las “capitales y grandes ciudades” la brecha es solo del 13,9 %, aunque el grupo “islas” fue el que más se aproximó a sus niveles máximos, un 3,6 % por debajo de esa referencia.