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Maó echó el cierre a una edición especial de Gràcia con un gran castillo de fuegos artificiales que se lanzó sobre el puerto. Las palmeras, truenos y todo tipo de cohetes vieron reflejadas sus estelas y explosiones en el agua, dándole un realce especial. Se trataba de material pirotécnico que llegó este lunes por la mañana y que tenía que quemarse, sí o sí, porque como había señalado el alcalde de Maó, Héctor Pons, la isla carece de un polvorín en donde guardar estos artículos. Una multitud de vecinos se reunió en el puerto o en los miradores para seguir el juego de luces. Fue el epílogo a unas fiestas especiales y que dejaron imágenes que difícilmente se repetirán (esperemos) como la entrega de las ‘canyes verdes’ en Santa Maria o las ganas de fiesta y de sobreponerse al mal tiempo que llevaron a los vecinos de la ciudad a salir en tropel el domingo por la tarde para seguir con sus celebraciones. |
(Fotos) Fuegos artificiales para poner el punto final a Gràcia 2024
… los viejos del lugar que siempre dicen la tontería esa de “…si deu vol”, andaban muy calladitos estos días, pues su “deu” no ha volgut aquesta vegada, y los maoneses y visitantes nos hemos quedado sin el segundo gran jaleo por culpa de la climatología que controlan supuestamente esos ectoplasmas inexistentes que llaman dioses… pero afortunadamente el ser humano sabe pasar de los designios de los dioses, y buscarse la diversión por otros lados, y los fuegos han sido espectaculares como previsto… donde estén unos buenos fuegos de fin de fiesta, que se quiten esas aburridas e interminables misas que sólo a los muy fanáticos gustan, y que están de relleno en el programa de unas fiestas que son municipales que no religiosas… Y respecto al polvorín, olvidáis que es una isla que ha sido bastión militar durante siglos, y anda que no hay polvorines por todos lados, en la base naval sin ir más lejos, donde guardaban antaño los torpedos en los túneles, sería un sitio perfecto…