La flota de barcas de arrastre de Menorca ha empezado el año en huelga y sin salir a faenar, en protesta por la incertidumbre de las nuevas restricciones dictadas desde Europa sobre el sector.
Josep Bondia, patrón de una de las cuatro embarcaciones afectadas de la cofradía de Maó, ha asegurado que más del 90 % de los puertos del Mediterráneo mantienen el plante indefinido contra el plan de pesca propuesto por la Comunidad Europea.
“Estamos con el corazón en un puño ante este desastre, que no tiene ni pies ni cabeza“, comenta Bondia, que el año pasado logró faenar 169 días y que este año teme poder hacerlo solo los 27 días que prevé la propuesta inicial de la CE.
La flota de arrastre de Maó viene alargando el parón desde el pasado 19 de diciembre, cuando el Ministerio les informó que ya habían superado su cuota anual de captura de gamba roja, lo que ha dejado los mercados de la isla sin gamba fresca durante todas las fiestas.
“Trabajar así, con esta presión, nos angustia, porque no sabemos cuál será nuestro futuro”, ha asegurado Bondia, quien representa la sexta generación de pescadores en su familia, “que a este paso será ya la última”.