Leo en Voz Populi: “Portazo del Rey a Sánchez: se niega a ir a Argentina porque quiere tomar las riendas de la situación política”. Dicen que se ha librado una batalla de agendas por el 10 de diciembre, entre Sánchez, apoyado por 120 diputados más 35 de Iglesias, y Felipe VI, ¿solo? Busco en la Constitución el artículo “Rey tomar riendas situación política” y no lo encuentro.
La noticia de la tensión entre ambos importantes resulta creíble a partir de los antecedentes. A Rajoy le faltó tiempo, tras la censura, para aclarar que lo del discurso real del 3 de octubre de 2017, amenazando a los catalanes que querían decidir su futuro, fue cosa del rey, y que él nunca se lo habría pedido, lo que hay que traducir por “ojalá hubiera podido impedirlo…”.
A la vista de la situación de España, dos años después, hay que darle a Rajoy tanta razón por su frustración como grande fue su cobardía, pues él mandaba con sus 137 diputados más 32 de Rivera y debía haberle dicho al rey que nada de TV, que España es una democracia y tiene (tenía) un gobierno.
Pero ni era ni es verdad que España tuviera o tenga un gobierno, porque su presidente ni fue entonces ni es capaz ahora de impedir que el rey se salga con la suya cuando discrepa del Sánchez de turno, que es cuando importa que quede claro quién manda.
Es necesario saber si Felipe VI está solo o impone su voluntad acompañado. Ya que tenemos una Monarquía transparente y estamos todos tan controlados, ¿podría publicar el Gobierno, cada día, las grabaciones de todas las conversaciones que mantiene el rey, en persona o por cualquier medio? Las partes íntimas pueden borrarlas.