Fuentes federativas hablan de un "manotazo" de dos jugadores del equipo local, además de estirarle del silbato en una protesta. Los dos miembros del conjunto ferrerienc fueron expulsados, a pesar de que el encuentro finalmente no fue suspendido pese a los incidentes.
Los gritos y la actitud desde la grada por parte de un aficionado obligaron también al Ferreries a sacar del recinto a un seguidor local. Al final del encuentro los dos jugadores del equipo local acudieron a pedir disculpas al árbitro del encuentro.
El Club Bàsquet Ferreries se ha reunido esta tarde para analizar la situación y tomar medidas, a pesar de que han explicado que "todas las partes con las que hemos hablado coinciden en que todo se ha descontextualizado".
El club ha emitido un comunicado en el que "lamenta los hechos" y se aleja "de este tipo de acciones" y ha anunciado que, pese a acabar la temporada con regularidad, "renunciará a la fase balear" en caso de obtener la clasificación.
"Hoy un energúmeno ha agredido a un miembro de la Federación, a un árbitro. Afortunadamente, se encuentra bien. Siento vergüenza y repugnancia. Ni la violencia ni quienes la ejercen tienen cabida en el deporte", ha escrito el presidente de la balear, Juanjo Talens, en Twitter.
