La tormenta se desató este martes cuando se conoció el motivo por el que el vicepresident no había asistido al anterior Pleno, en el que se debatía, entre otras cosas, la Ley de Urbanismo y la modificación de la Ley de Policías Locales: Barceló se había sumado a un viaje de los colaboradores del programa Fora de Joc, de Canal 4, en el que él suele participar aunque en este programa no sale en pantalla. Tanto el desplazamiento como la estancia corrieron a cargo de la empresa patrocinadora, Globalia, una de las grandes del área turística, competencia precisamente de Barceló.
Con su viaje, Barceló vulneró el código ético del Govern ya que “ningún cargo público podrá aceptar regalos ni obsequios, salvo que sean derivados de atenciones protocolarias” y también, el de su partido, Més, en el que la noticia no ha caído nada bien. La consellera de Serveis Socials Fina Santiago cargó públicamente contra las vacaciones pagadas de su compañero de partido. En una entrevista en la Cadena SER aseguró que “por mucha ilusión que te haga ir con los colaboradores del programa en el que participas, eres cargo las 24 horas y por responsabilidad no lo puedes aceptar”.
Una postura que tendrá recorrido esta tarde, cuando la Ejecutiva de Més se reúna de urgencia este miércoles para tomar decisiones y fijar la postura propia y para con los socios del Govern. De momento, voces internas del partido apuntan a malestar general y reconocen que el panorama para Barceló no pinta bien, aunque algunos militantes del mismo ya están pidiendo en Twitter que “resista”.