Se trata de acabar con la exclusión residencial. Muchos sectores de la población lo tienen especialmente difícil para acceder a una vivienda; los jóvenes que se quieren emancipar, la gente mayor que tiene una pensión con la que no pueden pagar un alquiler a los precios en los que está ahora el mercado, peninsulares que vienen para trabajar en la temporada turística y no ganan para pagar lo que les cuesta tener un techo o que -sencillamente- no encuentran un piso.
Desde el Consell creen que las asociaciones de vecinos tienen la cercanía suficiente con la ciudadanía para detectar los casos más evidentes de exclusión residencial y quieren detectarlos y buscar juntos fórmulas que aporten soluciones.
Tienen que ser soluciones para todos; propietarios e inquilinos. Para eso hace falta que cada parte tenga voluntad de llegar a acuerdos donde nadie pierda. Pero también hace falta un poco de compromiso por parte de unos y otros. El proceso de esta campaña del Consell quiere concluir en febrero del año que viene con un documento cerrado de propuestas que aporte soluciones para los casos concretos que se hayan detectado en Menorca.