Vuelve a ser un Sant Joan diferente. Sin caballos, sin el tradicional “Be”. No hay “caragols”, ni suena el “primer toc”. La pandemia ha vuelto a condicionar las fiestas, que se han vivido otro año más en la intimidad. Por eso alguien ha querido recordar esta mañana al “Be de Sant Joan” dejando un ramo de rosas en la escultura de Ses Voltes, en el centro de Ciutadella. Una imagen que no ha pasado desapercibida por todos aquellos que durante el día han paseado por el corazón de la ciudad.