La Conselleria balear de Educación y Formación Profesional ha elaborado un Protocolo de actuación en el ámbito educativo frente altas temperaturas excepcionales con el fin de velar por el bienestar y la salud de los miembros de la comunidad educativa. El documento se ha enviado este jueves a los centros educativos de las Illes Balears.
Es un hecho que las olas de calor en las Baleares son de cada vez más habituales. Las temperaturas elevadas son frecuentes en la primera y última parte del calendario escolar, siendo los meses más afectados mayo, junio, septiembre y octubre, en los cuales se pueden producir situaciones de altas temperaturas que pueden dificultar el desarrollo normal de la actividad educativa en los centros docentes.
Por eso, la Conselleria ha elaborado un Protocolo con medidas y actuaciones que se pueden seleccionar, adaptar, concretar y poner en práctica por parte de los centros docentes para planificar las actuaciones que los permitan minimizar o neutralizar las consecuencias de las altas temperaturas, con la intención de preservar la salud y el bienestar de todos los miembros de la comunidad educativa, especialmente el alumnado, así como del profesorado y otros trabajadores de los centros educativos.
El hecho de disponer de un protocolo de actuación frente a las altas temperaturas permite reducir el tiempo necesario para resolver cada situación, así como reducir el margen de error en las decisiones que hay que adoptar porque se basarán en el análisis previo de las medidas organizativas que se tienen que tomar en función de las características del centro. A la vez que se reduce la incertidumbre y se aporta seguridad a todos los miembros de la comunidad educativa, entre otros.
A la hora de prever las actuaciones que se tienen que adoptar en cada centro, se tienen que tener en cuenta entre otros factores, las características propias del centro docente, de sus espacios, equipamientos, emplazamiento y usuarios.
Los objetivos del protocolo son:
- Velar por el bienestar y la salud de los miembros de la comunidad educativa.
- Garantizar la atención educativa del alumnado en las situaciones excepcionales y adaptar la prestación del servicio educativo a estas situaciones.
- Proporcionar pautas, procedimientos organizativos y directrices de actuación para dar respuesta a las posibles situaciones provocadas por altas temperaturas.
- Garantizar la respuesta y la aplicación inmediatas de medidas de atención y protección para evitar consecuencias lesivas para las personas.
- Incrementar los niveles de seguridad, eficacia y adecuación de las medidas adoptadas con la coordinación de actuaciones con los servicios sanitarios, de emergencias y de Protección Civil de la en torno al centro docente.
- Crear hábitos de comportamiento de autoprotección entre todos los miembros de la comunidad educativa.
- Fomentar entre el alumnado las actitudes y competencias propias de la cultura de la prevención, y los conocimientos y acciones para poder responder adecuadamente ante las situaciones de adversidad meteorológica.
Preparación, temporización y criterios de activación
El Protocolo recomienda desde la preparación que va desde planificar las actividades extraescolares o acontecimientos en espacios exteriores a la supervisión del estado de estas instalaciones.
A todos los efectos, el protocolo se puede activar entre el 1 de junio y el 31 de julio, y del 1 al 30 de septiembre, sin perjuicio que se pueda hacer en otros momentos si las condiciones meteorológicas así lo determinan.
Será la Dirección General de Planificación, Ordenación y Centros la que informará en los centros de la activación del protocolo a partir del boletín de aviso determinado por la Dirección General de Emergencias e Interior y con los valores aportados diariamente por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La información que se proporciona es predictiva y establece cuatro niveles de alerta meteorológica: verde, amarillo, naranja y roja. La alerta se activa a partir del nivel amarillo.
El Protocolo también contiene recomendaciones generales de protección, seguridad y bienestar, entre las que se pueden destacar las de mantenerse hidratado, permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite, o consultar a un profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
Se prevé que este Protocolo se complemente con la medida anunciada por el Ministerio de elaboración de un plan de adaptación climatológica para mejorar las condicionas de confort termohigrométricas, así como las de calidad y renovación del aire en los centros educativos públicos, en el marco de los programas de cooperación territorial del Ministerio de Educación y Formación Profesional, durante el próximo 2023.