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Videojuegos: de sus inicios al triunfo de los eSports

Forman una parte vital del ocio en general y del ocio digital en concreto

Los E-Sports.
Los E-Sports.
Las competiciones de videojuegos tienen millones de seguidores por todo el mundo.

Los videojuegos son uno de los elementos centrales del ocio digital en nuestros días. Para hacernos una idea del impacto a nivel global de esta industria, podemos decir que, teniendo este año 2022 una previsión a la baja respecto de ejercicios anteriores, la estimación de ingresos de este sector a nivel mundial estaría en torno a los 188.000 millones de dólares. ¿Cómo se ha llegado a estas cifras? Bien, puede resultar lógico si tenemos en cuenta que, aproximadamente, un tercio de la población mundial es usuaria de estos juegos. Es decir, más o menos, unos 2.700 millones de personas.

Evidentemente, ha hecho falta mucho tiempo para llegar hasta aquí. Y, sobre todo, mucha evolución tecnológica que ha aportado calidad y accesibilidad a los videojuegos con el paso de los años, hasta que se han popularizado tanto que uno de cada tres ciudadanos del mundo los ha incorporado a su tiempo de ocio. Los videojuegos nacieron en los años 50 de la mano de las primeras computadoras, con títulos extraordinariamente sencillos y al alcance de muy pocos (de hecho, no llegaron ni a comercializarse). Hubo que esperar a los años 70 para que los videojuegos, en forma de máquinas recreativas, llegasen al gran público. Pero también fue en esta década cuando, de la mano de las consolas, estos entretenimientos entraron en los hogares particulares, con marcas como Magnabox o Atari.

Tal empezaba a ser la repercusión, que nuevos actores hicieron todo lo posible por entrar en este mercado. Nos referimos a compañías como las hoy todavía populares Sega y Nintendo. Sin embargo, las consola sólo servían para jugar, por lo que era más fácil que, con la excusa de poder utilizar una herramienta para estudiar o trabajar, un ordenador personal entrase en una casa; fue el caso de los Amstrad o los Commodore, aunque, evidentemente, su uso se destinó en gran medida, a jugar por parte de sus jóvenes propietarios. De una forma u otra, los videojuegos ya estaban en muchos hogares cuando se iniciaban los 90.

Esta nueva década aportó saltos cualitativos importantes en materia de calidad, definición gráfica, velocidad… Llegó una nueva generación de consolas, liderada por la PlayStation de Sony. Por otra parte, los nuevos PC con sistema Windows poco tenían que ver ya con los modelos citados en el anterior parágrafo. Sólo faltó que, además, llegase la conexión a internet, lo que impulsó a los juegos en red y la posterior descarga de títulos a través de consolas o computadores. Además, los móviles irrumpieron con fuerza y pasaron a ser la herramienta más usada para jugar en la actualidad, con muchísimas posibilidades. La oferta también aumentaba con los años y las temáticas iban siendo cada vez más variadas; aunque, lógicamente, cada uno tenía sus preferencias.

Uno de los géneros que, históricamente, más han triunfado en los videojuegos son los llamados “Shooters”, como los ya clásicos Doom, Quake, Nuke Dukem, que aparecieron en los años 90 y fueron una auténtica revolución. Estos títulos dejaron paso a otros como el Half Life, que más tarde serviría como base para uno de los principales juegos de la actualidad: el Counter Strike. Este éxito de Valve Corporation no sólo es uno de los principales “Shooter” de nuestros días, sino que también se ha convertido en un icono de los eSports, donde triunfa en audiencia con sus eventos y aglutina gran cantidad de visitas en los portales de apuestas que cubren sus competiciones, como los “Majors” y otras clasificaciones de CS:GO.

¿Y, qué son los eSports? Bien, para muchos es un fenómeno que demuestra hasta dónde han triunfado los videojuegos, ya que se trata de una modalidad donde compiten, públicamente, diversos equipos para demostrar que son los mejores en un determinado juego. Tal es su impacto que hoy nos movemos con cifras de unos 500 millones de espectadores al año a nivel internacional para estos eventos, con una previsión de crecimiento, además, de lo más optimista. Tanto, que ha atraído a grandes marcas para centrar su publicidad en estos acontecimientos competitivos o sponsorizar distintos eventos y/o equipos, restándole ingresos a los espectáculos deportivos “clásicos”. Así pues, la buena salud de los videojuegos no parece tocar techo; más bien, los futuros avances tecnológicos van a seguir impulsando su éxito en la sociedad.


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