Fue Autoridad Portuaria que propuso la opción de un muelle o infraestructura que facilitara el desembarco de cruceristas en la zona de La Mola de Maó. El ayuntamiento fue prudente en un primer momento antes de lanzar una valoración. Ahora la alcaldesa Concha Juanola, en una entrevista a Radio Menorca, asegura que el coste no sería el problema. Hay una zona donde se podría desarrollar la obra y que permitiría que los buques de más de 300 metros atracar.
El puerto de Maó es uno de los puertos naturales más grandes que hay pero, para barcos de más de 260 metros, la maniobrabilidad supone un reto y un riesgo para el resto de actividades que se desarrollan en su interior. La tendencia en el mundo crucerista apunta a supercruceros que superan los 300 metros. Para no perder cuota de mercado en este ámbito, un muelle en condiciones en la bocana del puerto, a sotavento de La Mola, podría ser una solución.
Desde el Ayuntamiento no lo consideran una prioridad porque está demostrado que la opulencia de los barcos es proporcional a un perfil de turista que viaja con regimen de todo incluido, con lo que el gasto que puede realizar en tierra es mínimo. Por contra, los cruceros más pequeños, que sí pueden entrar en puerto, tienen un perfil de turista que se queda más tiempo en puerto, al que le gusta ir a descubrir destinos y gasta más en tierra.
Con una pequeña inversión, Maó podría disponer del muelle para grandes cruceros
