Uno de los platos que causaron sensación tuvo también sabor menorquín en uno de sus ingredientes, el queso con denominación de origen Mahón-Menorca, que aunque no es propio de la cocina francesa, sí que es del todo apto para funcionar con ella. El queso menorquín, que en realidad en este caso sustituyó a la perfección al emmental, se integró en el ‘gougère’ (‘profiterol’) que remató el divertido Café Gourmand Salado que elaboró Patrick James como entrante o primer plato.
De hecho, James convirtió el clásico postre, café y ‘petit four’ en un cappuccino de zanahorias, una ‘brûlée de foie’, un cake de nueces y bacon y el comentado toque final con el ‘gougère’ en el que se incluyó el queso Mahón-Menorca. El otro plato elaborado por Patrick James en Mallorca fue un magret de pato con tatin de manzana y ‘pommeau’, todo ello y junto a William y Gerard Tétard explicando los conceptos básicos de esta refinada cocina tradicional francesa, que tiene el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
