La piel, nuestro mayor órgano, actúa como barrera protectora frente al mundo exterior. Sin embargo, también es un fiel reflejo de nuestra salud interna. Por eso, prestar atención a cualquier cambio en su aspecto o comportamiento puede ser la clave para detectar a tiempo posibles problemas de salud.
En ocasiones aparecen manchas, o padecemos una inusual sequedad, y también esa desagradable picazón... ¿Qué nos está diciendo nuestra piel?
Acné: Es una de las afecciones cutáneas más comunes, especialmente entre adolescentes. Se caracteriza por la aparición de granos, puntos negros y espinillas, generalmente en el rostro, pero también en otras zonas como la espalda o el pecho. Si bien no suele ser grave, puede afectar la autoestima y, en casos severos, dejar cicatrices. Vigilemos nuestra alimentación y preocupémonos por cuidar nuestra piel. Antes quizás no era tan necesario, pero a ciertas edades sí lo es.
Eczema: Se trata de una inflamación de la piel que provoca enrojecimiento, picazón, sequedad y, en ocasiones, pequeñas ampollas. Puede ser aguda o crónica y afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque es más común en manos, rostro y pies.
Psoriasis: Una enfermedad autoinmune que causa la aceleración del ciclo de vida de las células cutáneas, lo que produce engrosamiento, enrojecimiento y descamación de la piel. Suele aparecer en forma de placas o manchas bien delimitadas, especialmente en codos, rodillas, cuero cabelludo y zona lumbar.
Rosácea: Se caracteriza por enrojecimiento facial, especialmente en mejillas, nariz y frente. En algunos casos, puede ir acompañada de pequeños vasos sanguíneos visibles, granos o inflamación ocular.
Cáncer de piel: La señal más común es la aparición de un nuevo lunar o un cambio en uno existente. Presta atención a lunares asimétricos, con bordes irregulares, de varios colores o que crezcan de tamaño.
¿Qué hacer ante cada caso?
Si detectas alguno de estos síntomas, lo más importante es acudir a un dermatólogo, quien te dará un diagnóstico preciso y te indicará el tratamiento adecuado.
La prevención es el mejor escudo para tu piel y por eso te recomendamos algunos consejos fáciles de seguir que te resultarán muy útiles. En Menorca y en cualquier lado.
Protección solar: Utiliza protector solar con FPS alto (mínimo 30) todos los días, incluso los días nublados.
Hidratación: Bebe abundante agua y humecta tu piel a diario con cremas o lociones adecuadas a tu tipo de piel.
Alimentación saludable: Consume una dieta rica en frutas, verduras y antioxidantes. Si no había quien te hiciera comer verduras, ahora es el momento de optar por una dieta equilibrada de verdad.
Evita el tabaco y el alcohol: El consumo de estas sustancias acelera el envejecimiento cutáneo y aumenta el riesgo de enfermedades de la piel.
Manejo del estrés: El estrés puede empeorar algunos problemas cutáneos. Practica técnicas de relajación como yoga o meditación.
Nuestra piel es un tesoro que merece ser cuidado. Presta atención a sus señales y no dudes en consultar con un especialista ante cualquier anomalía.
Estos son los síntomas que nos deben alertar de problemas de salud en nuestra piel
