
12 Jun Los orígenes de las fiestas de Sant Joan se remontan al siglo XIV
Cuando llega el mes de junio, Ciutadella celebra la más espectacular de las fiestas: Sant Joan, donde los caballos son los auténticos protagonistas con sus cabriolas y la maestría de sus caixers que se abren paso entre la multitud ferviente.
Su origen se remonta a principios del siglo XIV y es religioso: la Obrería del santo se dirigía en romería a caballo a una pequeña ermita rural para honrar a su patrón. Los ‘caixers’ son los jinetes que representan los estamentos sociales: iglesia, nobleza, artesanos (maestro y aprendiz) y payeses (agricultores, uno del norte y otro del sur del término municipal); los ‘cavallers’, el grueso de la cabalgata (qualcada), son todos payeses de diversas edades, desde los 7 u 8 años a los más de 70.
La celebración de Sant Joan está rígidamente marcada por la tradición que se establece en los denominados protocolos, determinantes del nombre y las características sociales de las personas que intervendrán en la fiesta junto con sus obligaciones. Por tanto, el Caixer Senyor ha de pertenecer a la nobleza ciutadellenca y es el que elige al resto de personas que formarán la Junta de caixers, menos el Caixer Capellà seleccionado por el cura del pueblo.
La bebida típica de la fiesta, y de las otras fiestas populares de la isla, es el gin, la ginebra heredada de los ingleses, que se toma con limonada o zumo de limón natural. En casi todos los pueblos de la isla esta mezcla se denomina ‘pomada’.
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