Un turista cae al agua desde un velomar. No sabe nadar. Sus acompañantes no se aperciben pero sí el socorrista de la torre de vigilancia, quien da el aviso a su compañero que hace ronda por la orilla. Comienza así toda una serie de acciones que, coordinadas, permiten rescatar a la persona, que en el incidente ha sufrido una parada cardíaca, y salvar su vida, en un lapso de tiempo relativamente corto, de unos 10 minutos.
Cambiar las banderas de aviso, llamar al 112, preparar los medios necesarios, rescatar al accidentado e iniciar las maniobras de reanimación son algunas de estas acciones y se han recreado esta mañana en la playa de Cala en Bosch, en el trascurso de un simulacro organizado por G.S.S., la empresa concesionaria del servicio de salvamento, que ha contado con la presencia de efectivos del 112, la Policía Local y el concejal Pedro Gener, además de tres socorristas, uno de los cuales ha “actuado” como vícnima
“La idea era adaptarnos a la problemática de Cala en Bosch, donde hay incidencias por el tema de los saltos y por los velomares y recrear una situación de riesgo. De cara al año próximo nos gustaría realizar un simulacro en cada una de las playas en las que actuamos, adaptado a su problemática concreta”, explica Nestor Grigoravicius.
A falta de doce días para acabar la temporada, el responsable de G.S.S. afirma que la todo a transcurrido con bastante normalidad. “Bastantes picaduras, algún niño perdido, varios traumatismos y rescates en La Vall y Macarella, con una embarcación que se hundió al parecer porque los tripulantes no controlaban bastante, y asistencias por migrañas y golpes de calor ha sido lo más destacado. Además hemos hecho bastante tarea preventiva en relación a los canales de embarcaciones y a que se respete la zona de baño y ayudas con sillas anfibias”