El GOB ha registrado esta mañana sendos escritos ante Inspección de Trabajo y ante la conselleria de Trabajo pidiendo una inspección urgente de las obras de la carretera general entre Maó y Alaior. Se han producido al menos tres accidentes en este tramo en obras (dos en días consecutivos) y la entidad ecologista entiende que se podrían estar dando importantes deficiencias en el cumplimiento en materia de seguridad y salud.
Entre otros aspectos, se detecta falta o insuficiencia de señalización de peligros, falta de identificación diferenciada de entradas de vehículos y personas, falta de señalización diferenciada de circuitos para personas y vehículos dentro de la zona de obra, falta de cierres o balizamientos perimetrales de la zona de obra, falta de señalización normalizada a las entradas de la obra.
Asimismo, el GOB denuncia la falta de instalaciones auxiliares de obra y equipos, desniveles y taludes de varios metros sin protección, acumulación de materiales (tierra, rocas, ramas) junto al asfalto sin contención, maquinaria en acción con un radio de maniobra que puede ocupar la carretera, levantamiento descontrolado de polvo y humo, barro sobre la calzada, e
Los escritos se han acompañado de un reportaje fotográfico donde se pueden comprobar las potenciales deficiencias apuntadas.
Según la legislación en materia de seguridad en las obras, los contratistas deben elaborar un Plan de Seguridad y Salud, que debe concretar las medidas derivadas del estudio de seguridad y salud, y que deber haber aprobado el Consell con carácter previo a la puesta en marcha de las obras.
Dado que esta documentación no se pudo encontrar en la información que el Consell puso a disposición de los ciudadanos, el GOB ha pidiendo también a las autoridades en materia de trabajo que comprueben si este requisito se ha cumplido y si se está aplicando sobre el terreno.
La entidad ecologista recuerda que la seguridad ha sido el principal argumento que ha esgrimido el Consell para justificar unas obras de gran dimensión en una carretera que no registra ningún punto negro según los informes de la Dirección General de Tráfico. “Y es precisamente la seguridad la que se está perdiendo debido a la convivencia entre los conductores y las obras”, apuntan desde el GOB.