En una comunicación especial que ha tenido lugar durante las jornadas dedicadas a los centros históricos (‘Centres històrics, obra del passat per a una vida del present’) que se han desarrollado estos días en Ciutadella, la Societat Historicoarqueològica Martí i Bella ha puesto sobre la mesa una propuesta a largo plazo para la recuperación de un tramo de las antiguas murallas de Ciutadella.
Si en su totalidad se calcula que las murallas tenían unos 2.300 metros (según un plano de 1782 del cartógrafo Blas Zappino, con cinco puertas de entrada y salida extramuros y con hasta ocho baluartes con piezas de artillería que servían para reforzar la protección que daban las murallas a la ciudad), la intención sería que esta rehabilitación se centrase en un tramo de unos 450 metros, los que iban desde el Bastió de sa Font hasta el Bastió des Governador del antiguo Real Alcázar, actualmente edificio del Ajuntament, todo ello pasando por Sa Muradeta.
La parte quizás más atractiva de la propuesta es la que se refiere a los alrededores del Bastió des Governador y que afectaría a la actual configuración de la zona, aunque, eso sí, implicaría liberar la muralla de edificios adosados que en su momento se construyeron junto al original. De este modo, un hipotético paseo por la plaza des Born de Ciutadella, en la zona del mirador que da al puerto, y una vez eliminado el edificio adosado al Real Alcázar y que hasta hace poco se utilizaba como Archivo Histórico, nos llevaría a continuar en línea recta hasta dar la vuelta alrededor del edifico del Ajuntament.
En aquel tramo se tendría la posibilidad de subir directamente hasta el Bastió des Governador y, también, evidentemente después de ser rehabilitados, de visitar elementos como la almazara de la zona, las antiguas caballerías, el ‘molino de sangre’ y hasta el aljibe de época medieval que ha podido comprobarse existía en ese punto. Otro de los aspectos propuestos en esa misma zona para su recuperación son las escaleras o rampas que conducirían directamente al puerto desde un punto concreto de la cuesta del Portal del Mar, algo que, a su vez, permitiría recuperar la arista del Bastió des Governador libre de los edificios adosados que tiene actualmente.
Esta propuesta de la Martí i Bella, que aún está en fase de maduración (aún no existe ni anteproyecto ni está cuantificada), está concebida para que sea ejecutada a muy largo plazo y siempre con el ánimo de dar un sentido de futuro a la ciudad en la línea del trasfondo de las jornadas (‘Centres històrics, obres del passat per a una vida del present’), y con la intención, además, de que se empiece a vislumbrar un consenso político en torno a este tema y se empiecen a remover caminos para conseguir la financiación necesaria.