Bajo el impulso del Cercle d’Economía y la Cámara de Economía de Menorca, se celebra hoy en Maó una sesión de trabajo sobre la nueva Ley de la Cadena Alimentaria. La nueva norma, que entró en vigor a principios de este año, responde a una demanda del sector agroalimentario a nivel europeo- un sector muy amplio que abarca desde pequeños productores hasta grandes empresas de distribución- y su objetivo es eliminar los desequilibrios entre los diferentes eslabones de la cadena.
No ha sido fácil, por tanto, engarzar los intereses de todos los actores implicados y, sin embargo, esta modificación normativa resulta fundamental en territorios que, como Menorca, asientan parte de su riqueza en la actividad agrícola y ganadera. En la medida en que pretende ofrecer mayor seguridad en las relaciones entre los diferentes operadores de la cadena, pequeños y medianos productores incluidos, e introducir mayor transparencia en la política de precios, la Ley de la Cadena Alimentaria podría convertirse en una herramienta clave para la sostenibilidad de las explotaciones agrarias y ganaderas.
La ley tiene todavía un recorrido corto pero ya ha desplegado sus efectos, incluso tímidamente en materia sancionadora, puesto que se ha incidido no sólo en el despliegue normativo, sino también en el control de las medidas reguladas. Bienvenida sea esta iniciativa si contribuye a que la cadena salga reforzada, a que los diferentes operadores obtengan los rendimientos que les correspondan sin que el reparto sea tan desigual como ha sido hasta ahora, y sus usuarios- los consumidores- nos beneficiamos.