Cuando en el último Pleno presentamos un “prec” instando al concejal de obras y servicios a solucionar de una vez por todas el deplorable estado de mantenimiento del puente del Canal Salat y le recordamos que hace más de dos años que -en el Pleno de 13-09-2012- ya se había comprometido a instancias de UPCM a remitir “un requeriment al director d’obres” para remediar la “gran cantidad de óxido e indicios de corrosión en todas las vigas y partes metálicas del puente” que por aquel entonces ya detectábamos, reaccionó el Sr. Gener tirándose flores como tiene por costumbre cuando comete cualquier negligencia, diciendo en un plural mayestático que “no hemos estado de brazos cruzados”, “hemos hecho el proceso administrativo que toca”, etc., etc.
Como a pesar de tamaña exhibición de narcisismo, lo único que aclararon las torpes explicaciones del Sr. Gener fue que había tardado 463 días en enviar el “requerimiento” en cuestión y 308 días más para darse cuenta de que no le habían hecho ni caso y actuar en consecuencia, tuve que manifestarle que si tuviera que juzgar su actuación a tenor de lo que había dicho podría pensarse que era digna de lo que coloquialmente se llama un “crack”, pero que, fijándome en lo que realmente había hecho, dado que desde que avisamos por primera vez del lamentable estado del puente han transcurrido 822 días en los que lógicamente su estado ha empeorado considerablemente sin que se haya iniciado todavía actuación alguna, ante la tomadura de pelo que representaba la radical contradicción entre sus palabras y los hechos, por decirlo de una forma desenfadada, sólo se podían sacar tres conclusiones. A saber:
1ª El concejal de obras y servicios “no ha de menester àvia”.
2ª El lema del PP-Ciutadella parece ser “s’óperació ha anat bé pèro madona és morta”.
3ª Si el Sr. Gener participara en una carrera de tortugas probablemente quedaría en un tan merecido como destacado último lugar.