Visto para sentencia el juicio por el accidente mortal que en agosto de 2010 costó la vida a dos ciclistas e hirió a otros dos en Alaior. La baja tasa de alcoholemia, la juventud del acusado cuando ocurrieron los hechos y el tiempo transcurrido entre éstos y el juicio han motivado una ligera rebaja en la petición de condena del Ministerio Fiscal, que ha modificado sus conclusiones tras dos días de vista pública en la que se han intentado esclarecer las circunstancias en las que se produjo el atropello.
Así, el Fiscal ha solicitado para Ll.V.G una pena de tres años de cárcel y cinco de privación del permiso de conducir (un año menos de lo inicialmente pedido en ambos casos) e inhabilitación de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, mientras que la acusación particular ha mantenido su petición de doce años y la defensa una condena adecuada, ajustada a la ley y ajena a presiones subjetivas, por considerar que los hechos son constitutivos de imprudencias leves, y que el acusado “no es un homicida sino que sufrió una distracción con resultado fatal”.
Esta segunda jornada ha permitido escuchar al acusado de nuevo. En el turno de palabra que se le ha concedido antes de la conclusión de la vista, Ll.V.G., ha pedido perdón a las familias y se ha confesado apenado. Antes de que esto sucediese, se han escuchado otros testimonios en la sala y se han practicado las pruebas periciales.
Entre los testimonios, a destacar el del agente de la Guardia Civil encargado del atestado quien ha descartado exceso de velocidad y embriaguez, y se ha mostrado convencido de que el acusado se durmió, lo que entra en contradicción con las manifestaciones de éste.
Respecto de las periciales, criterios opuestos en las valoradas. La propuesta por la Acusación Pública estima la velocidad en el momento del accidente en no menos de 109 kilómetros por hora (el perito estima unos 121 kilómetros por hora, pero aplica un margen de error del 10 por ciento) y descarta que hubiese un deslumbramiento, mientras que la practicada a instancia de parte fija la velocidad en 73 kilómetros por hora y avala que el sol molestó al conductor.