El Molí de Baix, uno de los edificios más emblemáticos y que más definen el perfil urbano de Sant Lluís luce ya su nuevo “capell”. El Ayuntamiento santlluïser ha trabajado estos días en colocar las aspas que rematan este bien etnológico de propiedad municipal, convertido desde 1998 en un espacio para la realización de actividades juveniles.
La colocación del “capell” se suma a las tareas realizadas recientemente en otro de los bienes patrimoniales del municipio, el Molí de Dalt, donde se han actualizado las instalaciones para adaptarlas a la normativa vigente.