Si la prudencia y la gratitud había marcado la valoración emitida desde el Consell en relación a la adquisición del Grupo Porto Dolc de los activos de la familia Sintes, un respeto escrupuloso, cuando no el silencio, caracteriza el sentir del sector. “Nosotros no entramos a valorar las relaciones empresariales, respetamos las operaciones que se van dando en el sector y en este caso nos alegramos de que se mantenga la actividad turística y sólo nos queda dar la bienvenida a los nuevos propietarios”, responden escuetamente desde ASHOME.
Otras fuentes consultadas redundan en esta idea. “Es una operación empresarial” o “pertenece al ámbito privado”, son algunas de las respuestas, si bien hay matizaciones. Se lamenta que la familia Sintes deje el negocio hotelero y se comprenden los motivos alegados ,”falta de relevo generacional”, una de las piedras de toque de la empresa familiar; se apunta que lo grave hubiese sido que no continuase la actividad; e incluso, hay quien adelanta que las referencias del grupo mallorquín que toma el relevo son muy buenas.
La prudencia en su fórmula más radical entre todos los consultados es la del PSOE. La formación socialista ha comparecido este sábado para compartir sus impresiones sobre la visita realizada por sus líderes a Fitur y esbozar cuáles serían sus líneas maestras en materia turística, sin embargo ha declinado realizar comentarios sobre la operación.