Unos últimos inconvenientes en relación al soporte y la celebración de la “rueta” infantil del “Dijous Llarder” que llenó de color, diversión, risas y, niños, muchos niños, el centro de Mahón ha demorado algunos días más de la cuenta la vuelta de la campana a lo alto de la Casa Consistorial. Los trabajos de instalación de este elemento ornamental comenzaron este miércoles y se han rematado hoy.
Por fin, el reloj cuenta de nuevo con su compañera gracias a la colaboración público-privada. En este sentido, la contribución del Rotary Club Mahón-Maô ha sido decisiva para procurar la base de la campana, la reparación del soporte que la sujeta, el transporte hasta Estrasburgo donde ha sido reparada y afrontar además la mitad de la factura de la reparación. Así, con sus tañidos, la campana hablará de sonido y también de solidaridad.