“Cada nuevo día es un regalo”. Una furgoneta en la rua de Mahón convertida en un paquete gigante con este lema en el capó, y la sonrisa al comprobar que iba llena de ” viejos y bellos regalos” de la Residencia de Gent Gran del Consell es exponente de la creatividad y la alegría que se ha adueñado del Carnaval menorquín. Y es que una jornada como la que ha vivido hoy la Isla es sin duda un regalo, del que se está disfrutando todavía, gracias, entre otras cosas, a que el tiempo -día soleado, noche relativamente suave- acompaña.
En Mahón, la rua ha procurado una hora larga de color y sonrisas, y música, mucha música. Blancanieves y los enanitos, la madrastra y la bruja, una boda submarina, payasos, Café de Colombia, Báilame, los ancianos del Club Sant Francesc, recortables, Madagascar, los “miniums”, “Cats”, con Alba Estudi de Dansa, y “Priscilla” con Ute Dahl Escuela de Danza y la marcha de “I will survive” y “It’s rainning men” han sido algunas de las comparsas y carrozas que han desfilado por el centro de la ciudad.
La rua también se ha contagiado de la más rabiosa actualidad. En la comparsa “Quién es quién” se ha colado el “pequeño Nicolás” y la Menorca Talayótica lo ha hecho en “Molí 3 Talaiòtics”, mientras que la polémica de la reforma de la carretera general se ha plasmado en “La reina de la carretera” una carroza espectacular, con música en vivo y un séquito de rotondas, señales de tráfico y obreros muy disgustados con “Destrucciones Antonio Godzilla”.
La guinda, la entrega de premios en el Pabellón Padre Petrus. “Madagascar” y “Molí 3 Talaiòtics” se han llevado el de carrozas, mientras que “Quién es quién” y “Priscilla” han obtenido el de comparsas. La fiesta continúa con baile allí y en otros tantos puntos de la Isla.