Albert Torres ha vuelto a hacerlo. El ciclista menorquín ha demostrado esta tarde en París que es el futuro del ciclismo en pista español.
El corredor de Ciutadella se ha colgado la medalla de plata en el Scratch, por detrás del alemán Lucas Liss y con el norteamericano Bobby Lea completando el podio y muy cerca de haber logrado el oro.
La carrera fue bastante dura y ello lo acusó el pelotón que se cortó en el tercio final. Cuatro hombres se quedaban en el grupo delantero, entre ellos el español, sin que reaccionaran los perseguidores, salvo el alemán Liss que se unía a Torres, Lea, al ucraniano Roman Gladis y al hong-konés King Lok Cheuk.
“Tenía la mala experiencia de cuando corrí en 2013 –comentaba el menorquín-, que no supe dosificar y me quedé sin opciones por ello. Por ello estaba muy mentalizado, porque es una prueba en la que un mínimo fallo es decir adiós a tus opciones, y mi estrategia era guardar lo máximo y esperar a la parte final de la prueba”.
“He aprovechado el corte y nos hemos entendido muy bien, en especial con el norteamericano que estaba muy fuerte aunque el kazajo y el de Hong Kong estaban más reservones”.
De cara al desenlace, una pequeña confusión le ha dejado sin opciones. “Me he despistado, porque estábamos a punto de coger a un grupo de descolgados y el marcador seguía poniendo que faltaban tres vueltas, porque no les había dado tiempo a cambiarlo, cuando en realidad para nosotros quedaban dos”.
“El alemán ha jugado sus bazas con un ataque desde lejos y yo iba el último pensando que quedaba tiempo. Pero al oír la campana me he dado cuenta de que lo tenía difícil. He podido pasar a los otros tres, pero Liss ha ganado bien”.
Para Torres “esta medalla confirma las sensaciones con las que llegaba a este Mundial. Ayer no fue nuestro día –en la persecución por equipos- pero la moral ha vuelto a subir y está muy alta de cara al domingo. No sé si ganaremos o no, pero David y yo aspiramos a todo. Ir un año con el arco iris es maravilloso y queremos repetirlo”.
(Fuente: RFEC)