Si las charlas cuaresmales, el pregón o el “Devallament” habían servido de preludio a la Semana Santa en Menorca, la celebración del Domingo de Ramos en todas las parroquias de la Isla, los Via Crucis en Maó y Ciutaddella, y las procesiones posteriores en los dos municipios además de en Es Mercadal, adentran a los fieles menorquines en la fiesta central de la cristiandad.
En Maó, la procesión ha congregado a un buen número de cofrades y ha sacado a la calle a residentes y visitantes que no pierden la ocasión de participar, más o menos devotamente, en los primeros actos de piedad popular que se están celebrando en la Isla.