El Real Madrid logró una laboriosa victoria frente al Anadolu Efes por 80 a 71. La primera victoria blanca en la eliminatoria de cuartos de la Euroliga llegó tras un costoso partido donde no comenzó nada bien.
El conjunto de Pablo Laso jugó una mala primera parte con 4/17 triples al descanso que atascó su juego ofensivo, frente a un Anadolu Efes que fue de menos a más y creció con sus jóvenes pistolas: Thomas Heurtel (7 asistencias al descanso), Dario Saric 11 puntos.
Llull anotó 6 puntos y repartió 7 asistencias en 28 minutos de juego, con un mal partido en el tiro.
Sólo Gustavo Ayón (14 puntos y 10 rebotes) respondió al envite, pero sus ocho puntos del primer cuarto no tuvieron continuidad y con el aro cerrado en la zona (4/8) desapareció el equilibrio anotador para favorecer el trabajo de un Anadolu Efes que controló el rebote desde mediado el primer cuarto y pudo correr y sumar canastas fáciles para crecer en confianza y dominar el encuentro en la primera parte.
Todos en el pabellón tenían muy claro los errores del primer acto: un exceso en el tiro exterior y la negación de los puntos interiores dificultaban ver la mejor Real Madrid y por ello Pablo Laso cambió de lectura de partido y puso en el tercer cuarto a la pareja Ayón-Reyes para sumar en la pintura.
No serán los pívots más grandes de Europa, pero sí dos de los más productivos. Eso era lo que necesitaba el Real Madrid y un parcial de 18-5 en el tercer cuarto así lo evidenció. Por si ello no fuera suficiente, cuando la defensa turca se cerró en al pintura apreció KC Rivers (21 puntos) para romper el partido con tres triples seguidos (el Real Madrid acabó con 6/10 en triples en los segundos 20 minutos).
Si un equipo inteligente es aquel que aprende de sus errores, el Real Madrid lo fue frente al Anadolu Efes pues los errores de una parte, dieron lugar a una brillante resolución en la otra.
(Fuente: ACB.com)