Una muestra única en El Roser

Un total de 65 pinturas, óleos sobre tela, y 6 dibujos a lápiz integran la exposición ‘Jo també tenc un Torrent’ que, con el Torrent más inédito y desconocido, hasta el próximo 27 de junio puede verse en la sala municipal El Roser de Ciutadella, después de que fuera inaugurada en la noche de este viernes 29 de mayo.

Es el Torrent más desconocido no porque se muestre una pintura diferente a la que creaba José Roberto Torrent Prats (Ciutadella, 1904-1990), ya que su temática y trazo lleva su sello perfectamente reconocible, sino porque incluye obras que hasta ahora no habían sido expuestas nunca públicamente. Como son las algo más de 50 pinturas que proceden de colecciones particulares, de personas que las han cedido expresamente para esta ocasión, para una muestra que únicamente podrá verse en El Roser y durante este período.

Además de esas obras de particulares, ‘Jo també tenc un Torrent’ integra otras 10 procedentes de fondos institucionales, como son las que en su día, con motivo del primer aniversario de la muerte de Torrent y a raíz de la muestra que ya organizara el Consell, la familia del pintor donó a cada ayuntamiento de la isla como agradecimiento.

Y en El Roser, igualmente, se incluyen 5 dibujos a lápiz sobre papel, de 1936, de diversas dependencias del antiguo monasterio de Santa Clara, derruido durante la Guerra Civil; así como otro dibujo, a lápiz carbón y que actualmente se ubica en la galería de obispos de Menorca del Museu Diocesà, del obispo Torres, creado ‘in situ’ en el lecho de su muerte, acaecida en el Hospital Municipal de Ciutadella el 7 de enero de 1939.

Alrededor de todas estas obras, y a modo de contextualización, la muestra integra también algunos paneles explicativos, entre otros con breves pinceladas de opiniones aparecidas en los medios de comunicación sobre Torrent y, asimismo, con un fragmento de la emotiva carta (‘Epístola sense adreça a Pepe Torrent, pintor’) que Gabriel Julià, comisario de la exposición, escribió al pintor en el momento de su muerte, 25 años atrás.

Un autorretrato propiedad de la familia enmarcada en un caballete que en su día usó Torrent y dos vitrinas con otros dibujos y esbozos del artista, además de algunos de los diplomas y homenajes que se le tributaron a lo largo de su trayectoria (como su nombramiento como Hijo Ilustre de Ciutadella), dan el toque final a esta muestra que, en realidad, puede considerarse una antológica en toda regla (leer noticia anterior).