El siglo XIII se abre con el resplandor de un sol que lo ilumina y que se proyectará en los siglos posteriores. En ese siglo el estilo gótico alcanzó su máximo esplendor en las catedrales de Colonia, Amiens y Burgos, entre otras. Florecieron las universidades, los gremios, las ciudades y las órdenes de caballería que defendían al débil. Ese resplandor lo provoca un hombre que nació en 1182 en Asís, ciudad italiana de Umbría, hijo de Pedro Bernardone, rico comerciante, y de Madona Pica. Fue bautizado con el nombre de Juan pero años más tarde se pasó a llamar Francisco (El Francesito) por ser su madre natural de la Provenza y encantarle cantar en francés.
Su mayor mérito fue el de reflejar brillantemente el Evangelio de Cristo junto con Clara y los Terciarios todos. Su influencia, pues, abarca actividades humanas tan diversas como literatura, filosofía, artes plásticas, teología, ciencia y santidad. La literatura y la ciencia moderna son en parte producto de esa apertura de San Francisco a la naturaleza y a su siglo. No sin razón apareció en el siglo XIII el genio literario del terciario franciscano Dante Alighieri (1265-1315) poeta máximo de la lengua italiana, y el Arcipreste de Hita en España (1283-1350). También surgen en aquélla época teólogos y filósofos como los dominicos San Alberto Magno (1193-1280) y Santo Tomás de Aquino (1225-1274) y los franciscanos San Buenaventura (1221-1274) y Juan Duns Escoto (1266-1308). Entre los científicos precursores de la observación de la naturaleza: astrónomos, físicos, químicos y matemáticos… se refleja el espíritu del santo como en los franciscanos Rogelio Bacon (1214-1294) y el terciario Beato Raimundo Lulio (1235-1315). Entre los artistas plásticos Cimabúe (1240-1302), el terciario Giotto (1266-1337). Los reyes también acogen el espíritu franciscano como el terciario rey de Francia San Luis (1214-1270) y los reyes de España San Fernando (1199-1252) y Alfonso el Sabio el de las Diez Partidas (1221-1284). El viajero veneciano Marco Polo (1254-1324) y santos como el franciscano San Antonio de Padua (1191-1231) y Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) fundador de la orden dominicana de frailes mendicantes y predicadores similar a la franciscana.
He aquí porque LAUDATO SI es un canto así como un clamor para que vistamos traje nuevo y a medida.
Tal encíclica evoca El amor de la naturaleza, el amor de los animales, el sentido de la compasión social, el sentido de los peligros existenciales que encierran la prosperidad y aún la misma propiedad…y como no, llama a la santidad…a la integridad con la creación toda.
El Siglo XXI bebe el agua en fuentes envenenadas y necesita fuentes límpidas… Francisco Papa como “Juglar de Dios”, sí, nos las da a gustar en su texto de 40.000 vocablos.
Los santos de a pie son ante todo hombres y mujeres que viven en la eternidad del tiempo, participan del Dios de la historia y su intemporalidad es más evidente porque su lenguaje que es el del amor y el del corazón, llega a lo más profundo del ser humano y lo habita.
El juglar ve el mundo en invertido como lo debió ver Pedro al recibir su martirio cabeza abajo…
Si el hombre con la mujer ven el mundo al revés por un giro Copernicano, con todos los árboles y las cosas y las casas colgando cabeza abajo como imágenes reflejadas en un lago, el efecto será el de acentuar la idea de “dependencia”.
El latín y el sentido literal establecen así la conexión, pues la palabra dependencia significa simplemente “pender”, “colgar”…
Si un Francisco Papa nos permite ver así a la Iglesia y como no al mundo y amarlo… “Patas arriba”, no deferiría éste de sí mismo desdibujándolo ni en los menores detalles ya que para el ojo de hoy las grandes estructuras económicas de sus murallas de riqueza causando un Norte y un Sur, y los macizos fundamentos militares que lo sustentan y los elevados torreones y cúpulas desde el espacio dándole seguridad y firmeza… al invertir todo esto como el reflejo en un lago, el propio peso de tales estructuras lo haría aparecer más débil y trémulo pero más… dependientemente a favor de todos y del todo .
“Bienvenida seas… LAUDATO SI”.
Si, una encíclica que, com Pacem in Terris, arriba en un moment clau per a la humanitat. Una Encíclica que ja ha traspassat, perl seu contingut, pensament i propostes, la mateixa Església, gràcies Manolo per la teva aportació!!!