Es el hombre de moda, sobre el que apuntan todos los focos. Luego de una temporada exitosa, trufada de títulos y de canastas imposibles, la exhibición de Llull el pasado domingo ante el FC Barcelona en la segunda entrega de la final ACB ha vuelto a situar al jugador de Maó en el centro de todas las miradas.
Con una propuesta muy golosa de los Rockets de Houston sobre la mesa, puede que esta sea la última temporada del base menorquín en España. Con todo, el Real Madrid ha anunciado que hará todo lo posible para evitar su marcha a la NBA: “Haremos lo que haga falta”, ha explicado Eduardo Fernández de Blas, vicepresidente segundo del club blanco, de visita a Menorca.
En declaraciones a IB3 Televisió, el ejecutivo, que este fin de semana pasó por Alaior con motivo del 60 aniversario de la Penya Madridista, Fernández fue tajante: “A Llull le quieren todos, pero los que más le queremos somos nosotros. Sabemos que está muy contento en el club y en la ciudad y haremos todo lo que haga falta para que se quede”.
Llull tiene contrato con el Real Madrid hasta el 2018 y siempre ha mantenido que espera estar toda la vida en la entidad, pero también es cierto es que la NBA sigue seduciendo al jugador y que éste es el verano en el que los Rockets más han apostado por el director de juego isleño.
18 millones de dólares en tres años -5 de ellos se destinarían a comprar su libertad en el Real Madrid- y un proyecto muy atractivo en la ciudad texana podrían acabar convenciendo al mahonés, que muy probablemente tome una decisión cuando acabe la final de la ACB.