En relación a la difícil y triste situación por la que están pasando todos los miembros de la familia Cardona Pons y en especial Juan Francisco, debido a la sentencia dictada por los Juzgados de Barcelona a raíz del juicio por abusos sexuales al que ha sido sometido y, ante la presunta falta de valoración de las pruebas aportadas por la defensa, tras pensarlo largo tiempo dado que ha quedado patente a través de los medios de comunicación y redes sociales, que muchos menorquines en general y especialmente algunos representantes de instituciones públicas, han apoyado la petición de la familia de un nuevo juicio en el que se tengan en cuenta las pruebas, a priori irrefutables, presentadas por la defensa, y que demostrarían la inocencia de Juan Francisco, me he decidido a escribir estas letras.
En primer lugar, quiero expresar mi convicción de que Juan Francisco es inocente. Ya no por su condición de homosexual, sino por su bondad, creencias y educación recibida dentro de su familia a lo largo de los años. Lo veo incapaz de hacer daño a nadie, dado que como persona es íntegra, humana y solidaria.
En segundo lugar, tengo que aceptar como ciertos todos y cada uno de los testigos presentados por la defensa, que confirmarían que en el momento de tal lamentables hechos, Juan Francisco estaba en su casa. Podría ser reticente a la hora de tener en cuenta el testimonio del hermano, pero en ningún caso podría obviar el testimonio de una compañera de piso (mujer), que no tiene otra relación con ambos que la convivencia diaria.
Y, en tercer lugar, ante las contradicciones expresadas por la víctima en relación a si conocía o no del barrio a Juan Francisco o la longitud de su pelo el día de los hechos; demostrada por las fotografías aportadas por la familia; entre otras. La falta de testigos que acreditaran la comisión de dichos hechos por parte de Juan Francisco, podría demostrar su inocencia.
Por todo esto, quiero hacer un llamamiento a aquellas personas que no han querido adherirse a la recogida de firmas impulsada por la familia para pedir un nuevo juicio – bien por desconocimiento de la persona de Juan Francisco, bien por una loable defensa en favor de las mujeres (algo nunca cuestionado y siempre defendible) o por razonables dudas hacia el posible autor de tan lamentables actos – para que ante dichas dudas, tengan en cuenta también la presunción de inocencia de Juan Francisco, y se solidaricen con su familia firmando las hojas repartidas por Menorca o bien a través de las redes sociales.
Por último, no quiero dejar de expresar mi apoyo hacia la víctima, convencido de que su denuncia en contra de Juan Francisco, pienso que errónea por lo que se ha dicho, es fruto de los tensos y lamentables momentos que le tocó vivir. Por lo que quiero hacer un llamamiento también a las autoridades competentes, para que hagan las indagaciones necesarias para llevar ante la justicia al autor de estos hechos denigrantes.
Juan Francisco, familia Cardona, un fuerte abrazo y, como decimos los “Caixers ….. Sort i Ventura.
P.S. A pesar de mi apellido, no somos familia pero no quiero ocultar que soy amigo de la familia. Sin embargo, quiero dejar patente que, ante la más mínima duda sobre la posible culpabilidad de Juan Francisco, habría optado por no escribir nada.
Moltes gràcies Santi, molt bon escrit!