Aunque la primera parte fue servida de manera muy compacta y exquisita, sin duda el centro del concierto vino tras el descanso, con la versión original de la embriagadora ‘El amor brujo’ de Manuel de Falla, conmemorando el centenario de su estreno.
En su concierto de este martes 11 de agosto por la noche en el Claustre del Seminari y en el marco del 43º Festival de Música d’Estiu de Ciutadella, que repite en la noche de este miércoles día 12 en el Teatre Principal de Maó (21 horas), la OCIM supo dar a la obra todos los matices posibles para que el público, a poco que conociera la pieza, pudiera introducirse desde un principio en el ambiente de la ‘gitanería’, hasta el punto, a través de sus sugerentes notas y sus continuas y diversas tonalidades tímbricas, de meterse imaginariamente entre danzas del fuego, canciones de brujas, magias y conjuros, todo para ‘ver’ si la gitana Candela recuperaría o no el amor perdido.
Con una docena de instrumentistas, apoyados por un director, Francesc Prat, cargado de expresividad y con el dramatismo requerido, la OCIM, ante una pieza que no ofrece tregua, logró hilvanar un seductor ‘amor brujo’ a lo largo de la cuarentena de minutos de duración de la composición, con 16 números que llegaron de una tacada y sin descanso entre cuadro y cuadro, y todo ello, también, con la participación, en un papel corto pero intenso, de la mezzosoprano Anna Alàs, simplemente espectacular. Al final ofrecieron un bis: la repetición de la ‘Canción del amor dolido’.
Visto en global, con este concierto (con ‘El amor brujo’ pero también combinado con una primera parte con otras cuatro piezas del primer cuarto de siglo XX), y puede que acostumbrados a ofrecer una música más clásica o barroca que no del siglo XX, la Orquestra de Cambra Illa de Menorca demostró su versatilidad en cuanto a repertorio y, con todo y también una vez más, reivindicó su lugar como referente cultural de Menorca, con ya 17 años de historia y que, por su trayectoria y por producciones como ésta, sin duda merecen no sólo continuar en este camino sino también fijarse como verdadera orquesta profesional y estable de la isla.
Antes de este concierto en Ciutadella, y también ante la presencia del obispo Salvador Giménez y del presidente de la Capella Davídica Antoni Salvador, la presidenta de Joventuts Musicals de Ciutadella Pili Carreras hizo entrega al director de Càritas de Menorca Joan Mir, de la recaudación del concierto inaugural del Festival, ofrecido el 9 de julio pasado por parte de los pianistas Suso González y Marco Mezquida a cuatro manos y la Capella Davídica a beneficio de la entidad diocesana.
Este dinero será destinado a los programas de primeras necesidades que Càritas tiene en marcha para paliar esas necesidades de las familias más desfavorecidas económicamente de la isla y que más están sufriendo la crisis.