Las predicciones de lluvia acertaron de lleno y las precipitaciones interrumpieron las fiestas de Gràcia. Eso sí, lo hicieron después de un largo jaleo, un gran Volem vi, una espectacular samba y muchas horas de baile en los bares del centro de la ciudad.
Las primeras gotas y truenos en la lejanía se empezaron a oír a partir de las siete de la tarde. 45 minutos después el agua ya caía de forma copiosa.
Ses Corregudes habían empezado a la hora en el Cós de Gràcia pero ante el peligro de resbalones de caballos y accidentes con monturas al galope se optó por dar por terminada la actividad a pesar de que sólo se había completado una tanda.
La fiesta seguirá este miércoles con las celebraciones en el puerto de Maó
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