Palmeras, truenos, ruedas y cohetes llenaron de colores y luces el cielo de Maó en el cierre de las fiestas de Gràcia. Un castillo de fuegos a las 23.30 de este miércoles supuso el punto y final a cuatro días de diversión absoluta en Maó que arrancaron con el pregón de los hermanos Gomila el domingoy que se alargaron hasta la noche.
Los fuegos de artificio lanzados desde el otro lado del puerto fueron además los únicos que se han visto en estos festejos ya que la lluvia del martes impidió que hubieran otros.
Ahora toca esperar un año para volver a empezar.