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Hojas de ruta para Catalunya

Un artículo de Jordi Ribera

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Hacer un contrapunto al artículo de la excelente profesional y mejor amiga que es Lola Maiques en el tema del secesionismo catalán es muy complicado. En cuestiones como esta todo el mundo tiene una postura y es absolutamente inamovible. No se trata de una decisión fría, argumentada y calculada sino que se basa en emociones y en ese terreno nadie puede convencer a otro. Un independentista no cambiará de opinión ante un unionista y viceversa. Por ello  lo único a lo que se puede aspirar es a tratar de entender un poco mejor al otro para buscar una convivencia  hasta la decisión definitiva, ruptura o continuidad.

La actual coyuntura viene motivada por varios factores. Uno de los principales, quizás el que más, es el Gobierno central. En 2009 y años anteriores las manifestaciones de la Diada de carácter independentista eran  de las que menos gente congregaban. A partir de 2010  y en especial desde 2012  hasta ahora el número de asistentes ha sobrepasado el millón para la Guardia Urbana de Barcelona (por citar a una fuente que ni es la organizadora de la movilización ni quienes están en contra de este movimiento). ¿Por qué crece de forma espectacular el número de quienes se manifiestan por la independencia? Esta es una pregunta que parece que nadie se la ha planteado  de forma seria en Madrid. Y si no se lo preguntan no se pueden buscar soluciones.

Por en medio nos encontramos Zapatero prometiendo que “aprobaré el Estatut que apruebe el pueblo de Catalunya” para poco después ver a Alfonso Guerra señalando que sí “pero le pasaremos el cepillo” para pulirlo.

En las filas del PP no han faltado desde cuñas publicitarias en campaña que utilizaban de forma vergonzosa el anticatalanismo y lo juntaban con el tema de los niños “¿Sabes que si vas a vivir a Cataluña tus hijos tendrán que estudiar en catalán?” preguntaba en un anuncio radiofónico un hombre todo sorprendido. Lo que no decía es que si esa familia se trasladaba a Baleares o a Valencia también debería aprender y estudiar en catalán, pero vender antivalencianismo o antibalearismo cuando gobernaban los Sres. Matas, Camps y demás no vendía.

Sin olvidar las denuncias ante el Tribunal Constitucional por artículos del Estatut de Catalunya que aparecían idénticos en otras autonomías a las que no se les decía nada. Insisto en que el antibalearismo no vende como el anticatalanismo.

Todas estas actitudes ofensivas provocaron una reacción en Catalunya. Erá lógico. Algunos pueden pensar que exagerada, pero es que nadie desde los principales poderes del Estado se planteó que quizás estaban apretando demasiado a una sociedad a la que cargaron de razones para estallar.

Esta explosión social catalana tuvo y tiene unos líderes a los que desde fuera de Catalunya se ignora o mensprecia por interses políticos. Es muy fácil culpabilizar a Artur Mas o Carod Rovira, o Oriol Junqueras (sólo por citar algunos de los nombres más atacados desde las filas del Estado), ya que son rivales en las urnas, pero no fueron ellos quienes lideraron el proceso rupturista  ni quienes organizan las marchas de más de un millón de personas.

Fue la sociedad civil por medio de la Assemblea Nacional de Catalunya i de Òmnium Cultural quien coordinó y unificó este descontento social. Muchos políticos, sobre todo Artur Mas, viendo el cambio de actitud política de los catalanes quien optó por modificar su discurso y poder incluir el secesionismo en su discurso. Pero ANC y Òmium no son partidos políticos por lo que no son rivales y por ello sistemáticamente los políticos unionistas les obvian o ignoran a pesar de que son ellos quienes encauzaron el deseo de abandonar el Estado español.

Desde la España constitucional, por llamarlo de algún modo, se habla sólo de actuar según la ley. La actitud puede ser ejemplar según el marco legal pero choca con dos puntos. El primero es que ningún gobierno puede embestir sin más  contra una voluntad popular que aglutine a tanta gente. Si un gobierno quiere serlo de todo el mundo también debe dar una solución a un colectivo que sumás más de dos millones de votos  (según la consulta del 9-11-2014).

Segundo. Mientras  los separatistas tienen una hoja de ruta que va cubriendo etapas para llegar a un fin con alternativas si aparece algún obstáculo, el Estado no ha mostrado ninguna línea de trabajo que pretenda el más mínimo acercamiento a lo que es una realidad social que está en la calle de todos los municipios catalanes: hay mucha gente que quiere separarse de España. Ni este gobierno ni el anterior han elaborado un plan de actuación, sobre todo porque antes no se han preguntado el por qué se ha llegado hasta aquí.

En este conflicto hay muchas más aristas a tratar. Esta la corrupción en el poder que no es patrimonio del PP y PSOE, también existe en Catalunya. Aunque también se ha atacado de forma descarnada a gente que ha tenido que demostrar su inocencia en un ejemplo de presunción de culpabilidad execrable como el exalcalde de Barcelona Xavier Trias quien tuvo que mostrar un documento de la banca suiza asegurando que carecía de cuentas allí. Esta el uso de los medios de comunciación y las alcantarillas del Estado. ¿Cómo puede ser que los mass media estuvieran ante la sede de Convergència Democràtica de Catalunya horas antes de que llegara la Guardia Civil para investigar el caso del 3%? ¿Quién filtró lo que iba a pasar para que abriera todos los informativos de radio , televisión y portadas de periódicos? ¿Cómo puede salir después el Ministro del Interior y negar esas filtraciones?.

Los ciudadanos de Menorca tenemos una relación muy especial con Barcelona y Catalunya por motivos comerciales, culturales y demás. Pensar que es otra comunidad autónoma y que lo que ocurra no nos va a afectar es la actitud del avestruz de esconder la cabeza para no ver. Sería interesante, por no decir necesario, que más allá de pensar si preferimos una Catalunya dentro de España o fuera, tuviéramos claro lo que sucede desde una visión crítica y sin creernos todo lo que nos dicen las voces más interesadas. Sólo a partir de los hechos y los argumentos podremos comprender mejor lo que sucede, hacia dónde va el proceso y cómo nos puede afectar.

También debe ser un ejercicio de respeto hacia las ideas del otro a pesar de que no las compartamos. En este sentido, el linchamiento popular hacia un representante de PSM-MÉS por asistir invitado a los actos de la Diada es un ejemplo de lo que una sociedad culta evitaría. Un colectivo tolerante  aceptaría  tanto la marcha  de M.A.Maria al 11-S como que hubiera líderes de otros partidos en manifestaciones multitudinarias en favor de recortar la ley del aborto (por poner un ejemplo). Cada cual, en una sociedad normalizada, debería poder defender sus ideas con normalidad y sin tener que escuchar improperios de otros.

En cuanto a una solución al conflicto a nivel general…se antoja muy complicado ante como han enconado las posturas unos y otros. Todo pasaría por un diálogo real en el que se partiera de aquello que une y, desde el respeto a la diversidad, se fuera avanzando. ¿Alguien cree posible esto cuando hay elecciones el 27-S en Catalunya y el 20-D  a nivel general? ¿Hay políticos con suficiente altura de miras para afrontarlo con esta actitud? A estas dos preguntas creo que la respuesta es sólo una y descorazonadora para quien busque una solución alejada del enfrentamiento.

Sobre a lo que nos llevará el 27-S la respuesta también es muy difícil. Sólo una votación clara dejará a un bando sin argumentos de representación social emergidos de las urnas. Parece complicado. Pero sigo opinando que mientras el lado secesionista tiene una hoja de ruta muy bien estructurada la del Estado aún está por escribir y todo apunta qué opción estará más preparada para actuar el 28 de septiembre cuando ya se sepa el resultado de las elecciones.

 

 


Comments (4)

  1. Creo que obvias comentar que la ANC fue subvencionada desde la propia Generalitat y de acuerdo a un discurso muy definido, el cual directamente los politicos no podian hacer en ese momento.
    Tampoco nadie habla de la corrupción generalizada en las filas CDC, ni de como afectaria esa situación a las empresas y por tanto al empleo.
    Alguien de verdad cree que después de ver como Artur Mas y sus amigos han gobernado la autonomia, son adecuados para gobernar un pais. Esto sería como si la mafia pidiera la secesión de Sicilia.
    Me parece todo muy sesgado.

  2. “obvias comentar que la ANC fue subvencionada desde la propia Generalitat”

    És que el que seria digne d’esment és que se li neguessin subvencions que es donen a qualsevol associació!

    “Nadie habla de la corrupción generalizada en las filas CDC, ni de como afectaria esa situación a las empresas y por tanto al empleola ANC fue subvencionada”. Com tota associació! A veure si pensarem que només se subvencionen associacions independentistes…”

    Que nooo???? Es diu pertot dia si dia també!

    I discrep del que diu de que no es pot canviar d’idea: 13% a més del 40% de suport social clar a la independència en 10 anys. I sí, amb arguments.

  3. Tothom parla de la corrupció de CDC. És una vergonya. Com la del PSOE o la del PP. És un problema molt greu. Però la qüestio catalana no està liderada per aquesta gent. Continuam amb la idea que el procés independentista és encapçalat per en Mas, i molts es pensen que matant un personatge es mata tot el procés, i resulta que van molt errats. L’independentisme està tan arrelat, i entén ja tan poc de partits polítics, que sembla mentida que la opinió que s’ha dissenyat des de Madrid cali tant. El procés és purament revolucionari, i açò no ho entén ni n’Iglesias, que va tan de progre. I comentar que ANC estigui subvencionada, trob que tampoc no és significatiu en el debat. Està subvencionada com ho estan tantes entitats socials i culturals. Només faltaria: és el deure de les institucions, recolzar les entitats de la societat civil, siguin del signe que siguin, que afavoresquin la tasca democràtica, social i cultural. La fundación Francisco Franco o la Fundación FAES també estan subvencionades per l’Estat, igual que el Círculo Balear ho està per part del Govern de les Illes, i hauria de caure la cara de vergonya a un estat modern tenir aquestes entitats tan poc democràtiques, i encara pagar-les.
    Bon article, Jordi.

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