En el que es su último libro de poemas, ‘Floridanos, Menorcans, Cattle-Whip Crackers: Poetry of St. Augustine’, la escritora y poeta Ann Browning Masters, de ascendencia paterna menorquina y natural de Saint Augustine (Florida), ha puesto al descubierto una curiosa historia relacionada con la herencia menorquina de la pequeña ciudad estadounidense, la de los pimientos ‘dátil’ o ‘datil peppers’.
Los ‘datil peppers’ son unos pequeños pimientos, al parecer picantes con sabor tirando a dulce, que pese a que se cultivan en muchos lugares de los Estados Unidos, la mayoría se producen en Saint Augustine. Aunque lo más probable es que llegaran allá traídos desde Chile a finales del siglo XIX, la tradición local, en lo que es un mito popular en la ciudad, asocia la llegada de los ‘datil peppers’ a Saint Augustine a la llegada de los menorquines a la población en 1777, ya que se dice que durante muchas generaciones, y hasta hoy, los descendientes de aquellos menorquines han estado cocinando habitualmente con este tipo de pimiento, ya sean para comérselos individualmente o formando parte de diversas salsas.
Tres viajes a Menorca de la escritora Ann Browning Masters la convencieron de que la leyenda no era cierta y que esos pimientos no tenían origen menorquín. Aunque sí que es cierto que en Saint Augustine los utilizaban para cocinar y que era tan común entre ellos, y así lo refleja ella misma en alguna de sus poesías, que si uno disfruta comiendo esos pimientos picantes y pide más puede ser calificado como “a good Menorcan” (“un buen menorquín”).
El libro ‘Floridanos, Menorcans, Cattle-Whip Crackers: Poetry of St. Augustine’ fue publicado en mayo de 2015 por la Florida Historical Society. La poeta Ann Browning Masters forma parte de la duodécima generación de floridanos que se estableció en San Agustín de la Florida. De hecho de la de los primeros españoles (denominados ‘floridanos’) que llegaron en 1565. Fue a partir de finales del siglo XVIII cuando alguno de esos ascendientes floridanos de Browning por parte de madre se casó con uno de los menorquines que llegaron desde la isla en búsqueda de una vida mejor, siendo ella, según cuenta, una mezcla de esas dos culturas.
Este mes de septiembre, la ciudad estadounidense de Saint Augustine ha cumplido 450 años desde su fundación y un grupo de cerca de 30 menorquines se desplazó hasta Florida para asistir a los actos de la celebración.