La tumba de Junípero Serra, que el pasado miércoles fue canonizado por el Papa Francisco durante su viaje a Estados Unidos, fue objeto del ataque de unos vándalos este domingo en la Misión de Carmel (California), donde se encuentra enterrado el fraile franciscano balear.
Los empleados de la misión denunciaron que varias personas habían accedido al cementerio, derribado la estatua de bronce de Junípero Serra y realizado varias pintadas, como en una de las lápidas, en las que se podía leer ‘Santo de genocidio’.
“Esto es algo que esperábamos debido a la reciente canonización de Junípero Serra”, afirmó la oficial del Departamento de policía de Carmel Esther Partido, según recoge The New York Times . “Hay mucha controversia sobre su tratamiento de los indios americanos durante el tiempo que estuvo aquí”, añade la agente.
Junípero Serra (1713-1784) fundó a nueve misiones desde San Diego a San Francisco y se le atribuye haber llevado el catolicismo a California cuando todavía estaba bajo dominio colonial español. El Papa, que le ha elogiado como “el evangelizador del oeste de los Estados Unidos” le proclamó santo este mismo miércoles, convirtiéndose en la primera persona canonizada en suelo americano.
Sin embargo, para muchos nativos americanos, el fraile balear no fue ningún santo. Se dice que comparte la responsabilidad por la supresión de su cultura y de las muertes de muchos indígenas en California. La policía investiga ahora lo que considera un “crimen de odio”, categoría en la que se circunscriben los delitos de carácter racista y de discriminación religiosa.
(Texto: noudiari.es)