Cielos nubosos acompañados por una intensa sensación de bochorno. Ésta es la situación en Menorca que está, como buena parte de la cuenca Mediterránea, bajo la influencia de una masa de aire cálido y húmedo.
Esta circunstancia ha disparado las temperaturas, que alcanzan máximas en algunos puntos de 32-33 grados centígrados, superiores a las habituales en el otoño. Según informa la Agencia Estatal de Meteorología en Baleares, la masa de aire empezará a retirarse mañana, si bien el termómetro podría subir hasta los 28ºC.