Presionar para que la Cumbre del Clima de París resulte realmente efectiva, cambiar el estilo de vida y el sistema de producción de energía, limitar el crecimiento de la población y, a largo plazo, desterrar el actual sistema económico mundial basado en el crecimiento constante. Éstas son las medicinas que el científico Benjamín Carreras ha prescrito esta noche en Maó para revertir la mala salud del planeta aquejada de un cambio climático que han diagnosticado el 97 por ciento de los expertos que han examinado la cuestión.
En un Salón de Plenos del Consell, con prácticamente todos sus asientos ocupados- al igual que este lunes en Ciutadella- Carreras ha recordado tres síntomas que confirman el cambio climático, la anomalía térmica, con variaciones de las estructuras climáticas que se reflejan en un aumento progresivo pero no uniforme de las temperaturas; el descenso del hielo en el Ártico y, la más reciente, inestabilidad en el borde de la Antártida; y, el aumento sistemático del nivel del mar. Un cambio que, al modificar la química de la atmósfera, pone en peligro el “efecto invernadero” que posibilita la vida, al procurarnos una temperatura media de 15 grados centígrados.
“No nos gusta la idea de que haya cambio climático porque nos obliga a cambiar de vida“, ha subrayado el científico tras rechazar la posición de quienes han negado su existencia, esgrimiendo “razones más o menos justificadas o ridículas”, y criticar quienes lo han hecho hasta el punto de patrocinar informes contrarios, caso de Exxon Mobile, la principal empresa de petróleo y gas del mundo. Carreras ha insistido en la necesidad de tomárselo en serio habida cuenta que “la especie humana ha minimizado los males– alta mortalidad infantil, epidemias, enfermedades varias, guerras periódicas y hambrunas- que permitían regular la población“, motivo por el que ésta “crece sin aparente control y con ella el consumo“.
“Si no nos controlamos habrá una catástrofe que lo hará por eso hay que mejorar la salud del planeta”, ha asegurado antes de desgranar el combinado de medidas de presión– cumbre de París, desarrollo de energías renovables- y actitudes individuales que cambien “nuestro desenfrenado estilo de vida”, que pasarían por la reducción del consumo, la conservación de la energía o la repoblación de bosques y reducción del ganado, y por la educación y la concienciación para limitar el crecimiento poblacional.
En el turno del público, la defensa de la agricultura ecológica y del producto local o las cooperativas de energía, el descenso del alumbrado público, la participación- llamada a la marcha del 29-N en Ciutadella-, el cambio de horario y una aplaudida Carta de Deberes Humanos, han permitido aventurar un pronóstico menos grave a la enfermedad que le hemos causado a la Tierra. Con un toque de humor Carreras ha apuntado la alternativa en otro caso. “Siempre podemos ir a Marte, a una de las casas que ha diseñado la NASA. Otro planeta para destruirlo”.
La cumbre de Paris (COP 21) en diciembre próximo, podría ser histórica si se centra en delucidar una Carta Magna como Declaración Universal de las Obligaciones Humanas secuela de las de los Derechos Humanos…70años ha, como legado planetario.
Estoy buscando referencias de Gumersindo Carreras, profesor de matemáticas hace muchos años en Barcelona (hace más de 45) y natural de Menorca. ¿Me pueden dar alguna referencia de él o de sus descendientes?