Uno de los emblemas del anterior gobierno municipal del PP en Maó está generando numerosas dudas en el nuevo ejecutivo local por lo que ya ha anunciado que va a “poner orden”. Se trata del Mercat del Peix en donde se permitió a las paradas compaginar la venta con puestos de comida. Entre los asuntos a ‘ordenar’ hay posibles tratos de favor a unos concesionarios o graves problemas estructurales.
El Ajuntament de Maó quiere “poner orden”, según palabras del primer teniente de alcalde, Vicenç Tur, en el Mercat del Peix. El motivo principal es que se considera que hay puestos que recibieron una ayuda económica del consistorio para realizar obras en el interior del mercado mientras que no hubo la misma aportación para otras paradas.
Desde el equipo de gobierno actual se indica que las irregularidades en el Mercat del Peix también afectan a la propia infraestructura ya que no estaría capacitada para alojar toda la actividad de restauración que impulsó el anterior equipo de gobierno del PP. Especialmente en lo que respecta al sistema eléctrico. Vicenç Tur afirma que el cuadro eléctrico no está preparado para soportar la potencia que se requiere con la actividad añadida de restauración.
Algunos de los usuarios que se sintieron discriminados también apuntaron a este diario digital que se incumplían sistemáticamente los horarios de apertura entre otras infracciones.