Guerra de reproches entre el gobierno del Consell de Menorca y el PP por la decisión de los armadores de las embarcaciones de los astilleros Wally, uno de los más lujosos del mundo de no celebrar el próximo año la regata en Maó.
Desde el PP se acusa al actual gobierno insular de inacción lo que ha conllevado la marcha de los armadores de Wallys. Salomé Cabrera lleva insistiendo en este aspecto desde que se supo la pérdida de la regata para 2016.
Pero las críticas de los populares chocan con el equipo de gobierno del Consell, lógico, pero también con las afirmaciones del presidente del Club Marítimo de Mahón, Nemesio Suárez, quien deja claro que “hasta donde yo se, esta ha sido una decisión exclusivamente de los armadores y de nadie más”.
Desde el Consell, la titular de Turisme, Maria Sellarès, niega cualquier inacción y explica que ya en el mes de agosto se reunieron con Alberto Palatchi para reafirma su intención de apoyar al máximo por la regata.
En el Club Marítimo de Maó, el presidente de la entidad señala que “todo estaba acordado y las ayudas de las diferentes instituciones comprometidas”. Nemesio Suárez insiste en que todo obedece a una decisión de los armadores de Wally en exclusiva.
Pero Suárez va más allá y pide paz política para poder recuperar la prueba de cara a 2017. Entiende que no hay que buscar culpables ya que sólo se trata de una decisión de los armadores de Wallys que un año pueden decidir marcharse y al otro volver. Por ello pide a gobierno y oposición que se unan para tratar de recuperar esta regata.