El GOB presenta nuevas alegaciones contra el proyecto de una planta de residuos cerca del poblado talayótico de Biniaiet Vell, en Alaior. La medida llega después de que la Comisión de Medio Ambiente aceptara el recurso interpuesto por el GOB lo que motivó que la iniciativa volviera a salir a exposición pública.
Como se recordará, mucha gente vinculaba la previsión de esta planta que promueve una empresa de construcción, con la megarotonda de dos pisos, en medio de la nada, que se había proyectado en el tramo Maó-Alaior de la carretera general. La obra de la carretera está parada y en proceso de rescindir su contrato, pero el expediente de la planta de residuos sigue en tramitación.
Los conservacionsitas insisten en que esta instalación no puede construirse en suelo rústico cuando hay terreno industrial disponible y muy cercano. Apuntan que la legislación vigente dice que la ubicación de edificaciones e instalaciones en suelo rústico se debe mirar siempre como una excepción. Los promotores defienden que se haga en suelo rústico porque el terreno es más económico, pero el GOB recuerda que esto es un argumento que la jurisprudencia del Tribunal Supremo descarta, porque el terreno rústico siempre es más económico que los demás , y por tanto se convertiría la excepción en una norma. Además, se recuerda que ya existe en Maó una planta de tratamiento de residuos de excavación en suelo industrial, que demuestra que iniciativas así tienen cabida.
