Nuevo debate electoral en el Ateneu de Maó con los candidatos menorquines al Congreso, tras el celebrado este miércoles con los del Senado, con un primer turno de intervención plagado de temas recurrentes y pinceladas de nuevas propuestas en los sucesivos turnos, más contundencia por parte de los diferentes representantes políticos, y notables concordancias en materia económica, educativa y social que, de ir más allá de lo programático, podrán contribuir a los pactos post-electorales estables o puntuales, que nadie concreta pero que parecen inevitables si se desea asegurar la gobernabilidad en la próxima legislatura
En el acto han participado Carlos Pons (Unitat Popular), Javier Tejero (PSOE), Joan Forcada (PI), Àgueda Reynés (PP), Leonor Berja (Més) y Mae de la Concha (Podemos), habiendo excusado su asistencia la candidata de Ciudadanos, Joaquima Sintes Verso suelto en este primer ‘round”, Pons, brevísimo, apelando a un cambio de estado español en beneficio de las personas, mientras que, en una paradójica alineación, Tejero y Reynés han aprovechado sus primeras intervenciones para reivindicar el legado de sus respectivos partidos, reprochándose siquiera implícitamente los errores cometidos en los años de alternancia.
En este sentido, Tejero ha atribuido a los gobiernos socialistas los pilares del estado del bienestar y Reynés al de Rajoy la salida de la difícil situación en la que se encontraba el país en 2011, además el primero ha animado a evaluar los últimos cuatro años y a recodar quién es el responsable de la brecha social y la pérdida de derechos, mientras la segunda ha anticipado programa al referirse a sus ejes principales, creación de puestos de trabajo, refuerzo de pilares del estado del bienestar y crecimiento y competitividad entre, otros.
También en una suerte de conexión se han expresado Forcada -quien ha introducido el concepto de “balearismo político”- Berja y De la Concha, candidatos que han abierto el fuego con cuestiones más “menorquinas”– transporte aéreo y de mercancias, la financiación, el concierto económico- a las que se ha añadido el blindaje constitucional de los derechos básicos, la necesidad de cambiar el modelo productivo en base a la investigación, la innovación y el desarrollo, o la sentida reivindicación- casi idílica en el contexto actual- de la belleza, la naturaleza, el arte y la cultura de la representante de Podemos.
Ha sido en el segundo turno de palabra y en el coloquio con el público cuando se han apreciado las aristas– con un análisis de la situación diametralmente opuesto desde el PP y el resto de los partidos-, y los reproches más o menos velados, centrados en la gestión de la crisis, la responsabilidad ante la creciente desigualdad- en este punto, Pons ha sido muy contundente apuntando a las grandes empresas y a la pérdida de derechos que se arrastra desde 12-16 años atrás- o defensa de los intereses de la Isla, que ven más clara quienes se sienten no sometida a disciplina de partido (de implantación nacional, se entiende).
Asimismo, en este último tramo del acto se han arrancado compromisos inesperados – Tejero ha asegurado que preguntaría a Armengol sobre la exclusión del sistema de tratamientos médicos alternativos-, y se ha presionado con cuestiones siempre candentes como los impuestos o el eterno no-pacto educativo , antes de despedir un acto que ha contado con una notable y, en parte, interesada asistencia.